- Día Internacional de la Mujer. El 8 de marzo es un día reivindicativo por los derechos de las mujeres, en el que las proclamas por la igualdad de género y contra la discriminación y violencia machista cobran protagonismo. Ayer se leyó un manifiesto en el Palacio de la Asamblea.
El 8 de marzo es un día para reivindicar la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y para demostrar el rechazo hacia la violencia de género que tan presente está en nuestra sociedad, lamentablemente, hoy día.
La fiscal Laura Santa Pau leyó ayer, en la puerta del Palacio de la Asamblea, el manifiesto institucional dedicado al Día Internacional de la Mujer, tras recibir el premio ‘Lourdes Carballa’ por su lucha contra la violencia y discriminación hacia las mujeres.
El texto se centró en tres aspectos clave para acabar con las desigualdades de género y conseguir una sociedad más justa. El primer tema que Santa Pau abordó fue el de la igualdad laboral e hizo hincapié en la brecha salarial que existe entre sexos. Por ello, llamó a “acabar con el techo de cristal que evita el acceso de las mujeres a los puestos directivos”, lo que garantizaría, a su vez, la igualdad de oportunidades en el empleo.
El segundo asunto que mencionó la fiscal se centró en la violencia de género, tema que conoce en profundidad al tratarlo día tras día en los juzgados. “Debemos erradicar la violencia hacia la mujer porque atenta contra la vida, la libertad y la integridad de ésta”, además de que “rompe la sociedad”.
Lo que no se rompió en ningún momento fue el silencio respetuoso con el que las decenas de personas concentradas en plaza España escuchaban la lectura del manifiesto.
El acto siguió con la mención de un punto cada vez más presente en nuestro entorno y es que cada día son más las personas que critican la falta de conciliación laboral y familiar, donde las mujeres acaban siendo las más perjudicadas por “ser las responsables del cuidado de los hijos”. La fiscal Laura Santa Pau presentó así la campaña de concienciación ‘No ayudes, comparte responsabilidades’, ya que el cuidado del hogar es responsabilidad de todos los miembros y no debe recaer de forma exclusiva en la mujer, la cual “en muchas ocasiones se ve obligada a abandonar su trabajo para hacerse cargo” de la casa.
De esta forma, Santa Pau recordó que la educación por igual de niñas y niños es el mejor camino para evitar estos desequilibrios en la responsabilidad familiar, “competencia que no es exclusiva de las mujeres”. El acto se cerró con la visibilización de dos pancartas de la asociación Melilla Acoge, que apoyó la jornada en todo momento.