Malestar y desconcierto son las dos palabras que mejor definen el sentir de gran parte del profesorado de Melilla ante el impago por parte del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y en la nómina de noviembre de los prometidos atrasos de la subida salarial.
Este incremento fue incluido por el Gobierno central en el Real Decreto-Ley 18/2022 de 18 de octubre, por el que se aprobó una serie de medidas relacionadas con las retribuciones del personal al servicio del sector público, como es el caso de los docentes de la ciudad. Como se recordará, Melilla y Ceuta son los dos únicos territorios que no tienen transferidas las competencias en materia educativa y, por lo tanto, dependen directamente de Madrid y más concretamente del Ministerio de Educación. Este incremento salarial se había fijado en el 1,5% para 2022 y con efecto retroactivo desde el primer mes del año.
Petición de pago
Al tratarse de unos atrasos fijados por año natural, es decir, que se van a cobrar desde enero de 2022 y con efecto retroactivo, los profesores que actualmente están en activo trabajando en Melilla y que ya lo hicieron el curso pasado, no tenían que realizar ningún trámite. Sin embargo, aquellos docentes que sí estuvieron en las aulas durante el pasado curso 2021-2022 y ahora, por el motivo que sea no, tenían que solicitarlo. Si no, pierden esta cantidad. Por ejemplo, un profesor que ahora trabaje en Melilla y el curso pasado lo hiciera en Andalucía o que se haya jubilado recientemente, debería haber pedido sus consiguientes atrasos.
El Ministerio, según explicaron desde los sindicatos de la ciudad, se comprometió a desembolsar esa cantidad junto con la nómina de noviembre; en dos documentos separados, es decir, en dos nóminas, pero a la vez; esto es, a finales de noviembre, sobre el día 28, que es cuando el profesorado cobra la nómina de ese mes. Y ya en la nómina de cada mes, incluida esta última, se incluiría la subida mensual. Esta cantidad, en el caso de un profesor que acaba de empezar, puede ascender aproximadamente (dependerá, por ejemplo, de las retenciones fiscales que haya fijado) a unos 40 euros mensuales más. Ese aumento sí que se ha pagado en la nómina de noviembre pero no ha ocurrido así con el montante correspondiente a los diez últimos meses: desde enero hasta octubre, incluido, de este año. Por lo tanto, hablamos de un mínimo de 400 euros por persona y que se debería haber pagado en una nómina de incidencia extraordinaria, según anunciaron a mediados de noviembre desde la Dirección Provincial de Educación en la ciudad.
Queja formal
Entre el profesorado los rumores y las opiniones sobre cuándo y cómo se cobrará son diversos. Lo único claro es que, al parecer, se trataría de un tema de fiscalización. Para entendernos: desde Madrid no se habría liberado todavía esa cantidad económica, por lo que los docentes todavía no han podido recibir sus retrasos. Y los sindicatos confían en que la situación se pueda aclarar a lo largo del presente mes de diciembre. Pero no hay nada seguro. Desde la Federación de Enseñanza de USO (FEUSO) ya se ha indicado su intención de presentar una queja formal a la delegada del Gobierno, con el fin de que “ponga todos sus medios con el fin de solucionar cuanto antes esta situación”.
“No se entiende que a día de hoy aún los docentes de Melilla no hayan cobrado los atrasos anunciados por el Gobierno central. Frente a otras comunidades autónomas y administraciones en donde sus empleados ya han cobrado, los trabajadores de la enseñanza aún no han percibido esos atrasos como se debería haber hecho en la nómina de noviembre, tal y como establece el Real Decreto Ley 18/2022 ¡Los docentes de la ciudad no se merecen esta dejadez!”, explican.
Además de este incremento, para el próximo año 2023 se ha previsto un aumento en el sector público en general del 2,5% (más un 0,5% adicional variable con el IPC y otro 0,5% variable según el PIB) y un 2% en 2024 (variable en un 0,5% más según el incremento en el IPC). Este acuerdo ha contado con el beneplácito de sindicatos como UGT y CCOO, pero no con el de otros, como es el caso de CSIF, al considera que es un incremento claramente insuficiente si tenemos en cuenta el IPC, la actual situación económica y la pérdida de poder adquisitivo experimentada en los últimos años.
¿Con la extra?
Manuel (nombre ficticio) es uno de estos docentes afectados por este retraso. Al igual que su esposa, es profesor hace bastantes años en un instituto y confiaba en disponer de ese dinero para el pasado puente: “Ya sé que lo vamos a cobrar. Que antes o después nos lo darán porque es lo que han aprobado. Pero nos habría venido muy bien para el puente. Nos íbamos de viaje y contábamos con él”. En parecidos términos se expresaba Sonia: “Yo llevo poco tiempo en la enseñanza. El año pasado ya trabajaba aquí y cuando desde el sindicato nos mandaron un mensaje de que íbamos a cobrar a finales de noviembre me alegré un montón. Pero nada de nada. Ahora, como se descuiden, van a tener que pagarnos este atraso a la vez que la paga extraordinaria de diciembre. Y eso que lo mío es muy poquito porque soy interina, de la extra solo los meses proporcionales de septiembre a diciembre, pero todo suma. Y mientras tanto, sigue subiendo la hipoteca, la compra en el supermercado...”, asegura.
Las quejas de USO
No se entiende que a día de hoy aún los docentes de Melilla no hayan cobrado los atrasos anunciados por el gobierno central. Frente a otras comunidades autónomas y administraciones en donde sus empleados ya han cobrado, los trabajadores de la enseñanza aún no han percibido estos atrasos como se debería haber hecho en la nómina de noviembre, tal y como establece el Real Decreto Ley 18/2022. ¡Los docentes de la ciudad no merecen esta dejadez! Ante esta situación la Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera (USO) enviará una queja formal a la delegada del gobierno para que ponga todos sus medios con el fin de solucionar cuanto antes esta situación.
No, no hoy no, mañana
CUANTOS CIUDADANOS INTENTAN LLORAR Y APENAS LES SALEN LAGRIMAS¡¡¡