Primero se despejará la zona de escombros para más tarde devolver a la infraestructura su aspecto original. Calculan que la redacción del proyecto estará lista en septiembre.
El Gobierno autonómico ha dado luz verde a la recuperación de una de las infraestructuras históricas más emblemáticas de la ciudad autónoma: El Fuerte de Victoria Grande. El presidente Juan José Imbroda visitó en la jornada de ayer el terreno donde se encuentra ubicado, acompañado por el consejero de Fomento, Miguel Marín y el cronista oficial de Melilla, Antonio Bravo.
Según explicó a los medios de comunicación la máxima autoridad local, la idea es recuperar los elementos exteriores de este conjunto histórico, que data del siglo XVIII, para convertirlo en un espacio que pueda ser disfrutado por melillenses y turistas. “Es una operación ambiciosa, que también contempla para el futuro el remozado del Fuerte de Victoria Chica y el de Rosario, así como su conexión con el Parque Lobera, iniciativa que ha sido largamente estudiada”, señaló el presidente.
El primer paso será limpiar los terrenos, donde se han acumulado numerosos residuos sólidos inertes vertidos de manera ilegal en la zona, hasta el punto de que muchas de las estructuras originales del fuerte han quedado sepultadas bajo montañas de escombros que deberán ser retiradas. En segundo término, habrá que estudiar cómo abordar la recuperación de elementos originales.
En este sentido, Imbroda detalló que durante una excavación llevada a cabo por voluntarios recientemente, se descubrió el camino de acceso al fuerte. Este grupo, cuya labor estuvo organizada por la Viceconsejería de Juventud y coordinada por el Instituto de Cultura Mediterránea, llevó a cabo un trabajo previo de prospección que se utilizará para el nuevo proyecto.
“Hay mucho que limpiar y que investigar”, señaló el presidente del Gobierno local, quien calculó que a finales de mes o primeros de septiembre estará redactado el proyecto y en breve comenzarán las tareas.
Además de la apuesta por recuperar un trozo de la historia local y ponerlo en valor para el disfrute de foráneos y melillenses, el presidente autonómico subrayó que también conllevará la contratación de cuantiosa mano de obra. “La iniciativa también tiene su faceta social. Aquí hay poca maquinaria que utilizar, la retirada de escombros y la limpieza es probable que se realicen a mano”, aseveró.
En definitiva, celebró que la fisionomía de la zona vaya a cambiar ostensiblemente dentro de unos meses e insistió en que la idea para el futuro es recuperar el resto de fuertes. Para la conexión con el Lobera, será necesario adquirir parcelas privadas que existen en el espacio sobre el que se actuará, según subrayó el presidente Imbroda ante los medios de comunicación.
Actuación en plazas de armas y el camino cubierto.
Según explicaron a los medios de comunicación el cronista oficial de Melilla, Antonio Bravo y la arqueóloga María del Carmen Lechado, la actuación está encaminada a recuperar dos plazas de armas, el camino cubierto y sus muros, que corresponden al glacis de la cara sur del fuerte y que forma también sistema con el de Victoria Chica.
Determinado por la cartografía antigua que se posee del lugar y tras un trabajo previo de prospección, se ha propuesto recuperar totalmente el tramo del camino cubierto que discurre frente a dicha cara del fuerte, así como de las plantas de las dos plazas de armas existentes.
En fases sucesivas se pretende recuperar el Fortín de San Antonio y el supuesto camino cubierto, así como otras plazas de armas del Fuerte Rosario.
Para esta actuación se ha estimado un presupuesto de 9.512 euros, de los cuales 7.200 corresponden al coste de la mano de obra, la cual consistirá en seis operarios en jornada de 40 horas semanales durante 21 días.
Dependiendo de los resultados en esta primera fase, se estimarán los presupuestos sucesivos, que serán similares al calculado para esta zona en cuanto al porcentaje de mano de obra sobre el total.
Dado el valor arqueológico de la actuación, los trabajos serán dirigidos y coordinados por especialistas en el área.
Así pues, si todo marcha según lo calculado por el Ejecutivo de Juan José Imbroda, los melillenses podrán disfrutar en breve de un remozado Fuerte de Victoria Grande y sus aledaños. La idea es convertirlo en un espacio disfrutable, de esparcimiento, pero también potenciando su valor histórico y patrimonial, de manera que autóctonos y visitantes se interesen por este pedazo vivo de la historia de la ciudad autónoma.