Melilla registró esta semana, por primera vez en un mes, una jornada en la que el número de personas curadas de coronavirus era mayor que los nuevos positivos. En la siguiente, los nuevos casos descendieron de cifras que superaban los 80 y 100 positivos diarios a 55.
La tasa de nuevos positivos aún es alta, pero es un dato esperanzador después de vivir unos días muy duros en el que la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Comarcal llegó a un 70 por ciento de ocupación, y en los que falleció una decena de personas como consecuencia de la Covid-19.
Este virus está dejando secuelas en la ciudad, no solo desde el punto de vista sanitario, donde está exponiendo las debilidades del sistema y las fortalezas de los profesionales que se encuentran en primera línea de batalla, sino también en el área económica con un comercio que busca sobrevivir a la pandemia.
La Ciudad avanzó que trabajan en un nuevo paquete de medidas que incluiría la suspensión de la estancia en la vía pública o reducirla a la mínima expresión, así como también contemplan el cierre de determinadas actividades que no fuesen esenciales. El confinamiento domiciliario que no estaría incluido, sigue estando sobre la mesa, porque el objetivo es frenar la tasa de contagios y la Covid-19.
Todas las medidas tienen consecuencias y la herida que provocaría en la economía sería profunda. Sin embargo, es momento de remar unidos para salvar vidas, pero también a Melilla. Mientras más responsable sea la ciudadanía con el cumplimiento de las normas y se apliquen las reglas necesarias, más rápido se detendrá la propagación del virus y se volverá a una “normalidad” en laque la precaución marcará el día a día.
En siete meses de pandemia ha habido muchos aprendizajes y errores en la gestión de la crisis, así como en las actuaciones de la ciudadanía. Este tiempo ha demostrado que conviviremos con el virus por una temporada, por lo que debe primar en la conciencia de cada uno las medidas de prevención.
Las cifras de los dos últimos días son una luz de esperanza en los meses vividos. Esa luz ahora debe marcar el camino para emerger de la tragedia.