Si hay algo que siempre genera revuelo y tirón durante la época navideña eso es la lotería. Los ciudadanos llevan meses comprando décimos para llegar a ese ansiado día 22 de diciembre con la ilusión de que su boleto esté entre los grandes premiados de algo que ya es tradición en España: el sorteo de la lotería de Navidad.
Muchos son los que aprovechan cualquier viaje o escapada para comprar décimos en esa ciudad, ya que no tendrán más oportunidades y aprovechan. Otros tantos se deciden por comprarlo en la administración o estanco de toda la vida. Como en todos los juegos, los supersticiosos campan a sus anchas y son muchas las manías de la gente a la hora de jugar.
Lo que sí está claro es que mucha gente o la mayoría del país estarán atentos a sus televisiones el próximo 22 de diciembre para ver si los niños de San Ildefonso cantan su número. Es una jornada de alegría para unos pocos e incluso de decepción para otros, que tendrán que esperar si el año que viene la suerte acompaña un poquito más.
Los perfiles de compradores durante la campaña de lotería de Navidad, que se intensifica durante el final del mes de noviembre y durante todo diciembre, van desde aquellos que ni siquiera compran o compran solo uno (bien porque no les guste o bien porque no crean) hasta los que llevan cientos de números en busca de la fortuna.
‘El Faro’ ha salido a las calles de Melilla para saber un poco más acerca de esta tradición en nuestra ciudad. Un reportaje en el que han participado dueños de estancos, de administraciones de loterías y jugadores usuales. ¿Cómo ha ido la venta este año? ¿Más o menos que el año pasado? ¿Cuál es el número favorito de los melillenses?
José es dueño de un estanco muy cerca del Carrefour y explica: “Durante estos días se vende un poquito más, pero ten en cuenta que las administraciones son las que venden realmente, porque nosotros lo que tenemos es lotería de papel, que es de máquina, y la gente se retrae a comprar ese tipo, no sé por qué, y tiran más hacia las administraciones para comprar boletos y décimos”.
Sobre la diferencia respecto al 2023, expresó: “Yo creo que el año pasado fue mucho, mucho mejor, no sé por qué, pero fue mucho mejor. ¿Supersticiones? Muchas, bastantes… La gente busca números que los sueñan o que llevan toda la vida”.
Al ser preguntado por el número más pedido, José no dudó: “El que no está en la máquina es el 13, pero es que no está durante todo el año, ese número está jugado por quien sea todo el año. Las terminaciones son muy variadas, desde el 00 hasta el 33, el 44, de todo”.
Por otro lado, Zambra, trabajadora del estanco de calle Villegas, explicó: “Este año, la venta de Navidad está yendo bastante bien, la gente se está volcando, al menos aquí. Es que es tradición, entonces todo el mundo compra lotería. La venta en 2024 está siendo prácticamente igual que el año pasado, aunque siempre están los rezagados de última hora que suman alguna que otra venta”.
“Supersticiosos hay muchos, pero bueno como en todos los juegos, hay gente que tiene mucha. Este año el número más pedido es el del agua, es decir, el 76, porque después de lo que pasó en Valencia la gente lo pide. Por ejemplo, el año del COVID-19 el más pedido fue el que termine en 19. El número más pedido y el que antes se agota es el 13. Del 5 también hemos vendido bastante”, añadió.
Aurora, trabajadora de la administración número 10, llamada las chicas de oro, explicó cómo se está sucediendo la venta de lotería este año: “Pues la verdad es que empezamos un poquito flojo, pero ya se va notando más afluencia. Siempre es más emocionante estos días, cuando se va acercando la fecha del sorteo. La gente viene buscando números que ya no hay y ya no hay que buscar, sino que hay que encontrar”.
“La gente lo suele dejar todo para el final, para los últimos días. En cuanto al año pasado, no sé qué decirte, pero la gente de Melilla se vuelca poco con las administraciones de aquí. A nosotras nos han llamado mucha gente de fuera. Además, han venido el IMSERSO y Balearia y hemos vendido mucho con ellos. La gente de fuera y los que vienen los fines de semana son los que compran de aquí, los de Melilla no tanto”, expresó.
Sobre los supersticiosos, dijo: “Yo lo soy mucho, pero sí vienen. Si hay alguien y tengo un número en la mano no puedo cambiarlo, porque si me ha pillado con él en la mano se lo tengo que dar, por si cambia la suerte. Sin duda, el número que más se pide y menos hay es el 13, siempre. Nosotras este año hemos vendido el 8 bastante también”.
Por la calle, un comprador habitual habló con ‘El Faro’: “Yo suelo comprar mucha lotería, me gusta bastante ese ritual, es una tradición. Llevo números de cofradías y luego, si viajo a algún lado siempre me gusta traerme de allí. Llevamos varios números distintos a la vez en casa. Las terminaciones suelo buscar el 13, pero está difícil. Luego, intento pedir terminado en 16, por el día de mi cumpleaños, o en 88, por el año de nacimiento de mi hija”.
“Yo suelo comprar lotería todos los años, pero no me vuelvo loca. Quizás uno o dos décimos y porque se juegan en la empresa y claro, todos jugamos, porque si le toca a todo el mundo menos a mí me muero. No soy de comprar mucho, pero siempre tengo algunos guardados. En mi casa es tradición ver el sorteo todos los años”, dijo otra compradora.
De esta forma, queda claro que la lotería es algo que va de la mano de los españoles en época navideña. Muchos juegan, pero pocos son los afortunados. Aun así, la gente no pierde la fe, la ilusión y la esperanza de que su bolita sea una de las premiadas, y en Melilla no podía ser menos.