La vivienda se ha convertido en el quinto caballo de batalla de los gobiernos socialistas en democracia. A la universalización de derechos en educación, sanidad, seguridad social y dependencia, el PSOE suma en su quehacer como quinto pilar del Estado del Bienestar a la vivienda. Y no vamos a parar hasta conseguirlo en esta legislatura presidida por Pedro Sánchez, como ya pasó en pasadas legislaturas con los otros cuatro pilares, fruto de los Gobiernos de González y Zapatero.
El portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, Patxi López, ha confrontado el modelo socialista de la protección del acceso a la vivienda como un derecho frente al modelo de liberalización y especulación de la derecha: “si queremos resolver el problema de la vivienda, necesitamos más Illa y menos Ayusos; más socialistas y menos populares”.
El portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y diputado por Vizcaya ha subrayado durante su intervención en la comparecencia de la ministra de Vivienda en el Pleno del Congreso, que esta es una prioridad para el Gobierno, pues siempre han sido los socialistas quienes “han ido tomando medidas para hacer avanzar la vivienda como un derecho”.
Hay que hacer frente a “uno de los principales problemas de la ciudadanía española”, a una situación de precariedad, porque durante años del gobierno del PP no se hizo nada más que liberalizar suelo y dar licencias para especular. “En materia de vivienda, el PP no tiene nada de lo que presumir”, ha explicado el diputado socialista.
Y frente a la liberalización y la especulación de la derecha, el modelo socialista que ya está en marcha: la creación de un Ministerio de Vivienda, “que solo existe cuando gobernamos los socialistas”; la primera ley española de vivienda para, “entre otras cosas, garantizar y blindar el parque público”, avales ICO para jóvenes; o prohibición de desahucios, entre otras medidas puestas en marcha por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que “ha multiplicado por ocho le presupuesto que destinaba a vivienda Mariano Rajoy: de 450 a 3.500 millones de euros”.
Una diferencia de políticas públicas que se demuestra también en el ámbito regional y local. “Por ejemplo, en Madrid, donde gobierna el PP, un arrendador cobra un piso de una habitación más de 1.000 euros al mes, con dos meses de fianza y seis nóminas. Se alquilan espacios sin ventanas; trasteros convertidos en infravivienda; sótanos de 15 metros cuadrados; bajos reconvertidos y la Comunidad, que es la competente, ni inspecciona, ni sanciona, ni se preocupa porque el negocio está por encima de todo”. En cambio, el País Vasco, “con un consejero socialista desde hace una década, es la comunidad que más vivienda protegida en alquiler edifica según el número de habitantes”. Y Cataluña, donde el presidente, Salvador Illa, ha anunciado que “va a movilizar 4.400 millones de euros para construir 50.000 viviendas públicas hasta 2030”, además de otras medidas, como ayudas a jóvenes para su emancipación.
“Es decir, si queremos resolver el problema de la vivienda necesitamos más Illa y menos Ayusos, más socialistas y menos populares”, ha sentenciado Patxi López, que ha remachado: “no somos lo mismo, ni de lejos”.
Mi compañera de Grupo en la Asamblea, la diputada Paqui Maeso, preguntaba en el pleno de control de esta semana pasada al Gobierno de Imbroda, ante la evidente crisis por falta de vivienda pública que está padeciendo Melilla, qué medidas urgentes pensaba tomar su macro Gobierno para la construcción de las mismas.
El pasado día 3 de octubre, Imbroda declaró ante los medios de comunicación que había suscrito un manifiesto donde se hacía referencia a que “no iba a declarar Melilla como zona tensionada”. Y, tras la respuesta del Gobierno de la Ciudad a mi compañera en este último pleno, tenemos muy claro que las promesas de construcción de viviendas públicas son solo proyectos sin materialización alguna.
Recordemos que, nada más llegar el actual macro Gobierno al poder, Imbroda prometió en su primer discurso del Día de Melilla que las primeras piedras empezarían a ponerse al final de ese mismo año, 2023. Estamos en el último bimestre de 2024 y seguimos sin visos de construirse nada. Esto salvadores de la patria han vuelto a tomarle el pelo a los melillenses y seguimos sin vivienda pública de alquiler y con unos precios cada vez menos accesibles a la mayoría de las familias melillenses.