Dos agentes atendieron a esta mujer marroquí en las inmediaciones de la frontera de Beni Enzar.
Los dos agentes de la Policía Nacional que el martes auxiliaron junto a la frontera de Beni Enzar a una mujer embarazada de nacionalidad marroquí, que sufría las contracciones del parto, acudieron ayer a visitarla al Hospital Comarcal, donde dio a luz a una niña.
Sobre las 15:20 horas, los policías hicieron un alto en sus tareas para desplazarse al centro sanitario e interesarse por el estado de salud de Samira y su hija, a la que llamará Sara. Además, los agentes obsequiaron a la madre con un ramo de flores.
“Es la primera vez que asistimos a algo así”, relató Marcos, uno de los dos policías que asistieron a esta mujer tras escuchar sus llamadas de auxilio cuando se encontraba en los aledaños del puesto fronterizo de Beni Enzar.
No hablaba español
“Fue un poco difícil, porque no sabíamos lo que pasaba al principio”, continuó este funcionario policial. Samira no habla español, con lo que “al principio” los agentes no sabían “lo que pasaba”.
“Nos indicó con gestos que estaba embarazada y que tenía dolores” añadió este agente. El suelo estaba húmedo a causa de la lluvia, por lo que los policías tuvieron que habilitar un espacio “con cartones” para que la mujer estuviera lo más cómoda posible mientras efectuaban una llamada al 061 solicitando el envío de atención médica urgente.
“Agarrándola de las manos”
“Nos pusimos uno a cada lado, agarrándola de las manos, para tranquilizarla y calmar un poco el dolor hasta la llegada de la ambulancia”, agregó Marcos. Ésta tardó en llegar “unos 10 o 15 minutos”, un tiempo de espera que se hizo “muy largo” a los agentes, “aunque a ella seguro que se le hizo más largo”, opinaron ambos sonrientes.
“La vida profesional te va dando experiencias, recursos y al final es lo que utilizas en estos casos”, explicó Óscar, el otro agente que asistió a la mujer.
“Intentamos paliar el dolor, según las indicaciones que nos iba diciendo ella”, agregó este policía. “No tenemos recursos médicos y lo que nos quedaba era cruzar los dedos para que viniera pronto la ambulancia, que son los que realmente hacen el trabajo”.
Óscar explicó que “en muchas ocasiones en la carrera profesional” han tenido que atender “a heridos por navajas, puñales...”. Por ello, subrayó que “mejor esto” (atender a una mujer a punto de dar a luz) “que una herida de arma blanca”. Y apostilló: “Ojalá todas (las intervenciones) fueran así”.
Marcos y Óscar llevan nueve y 20 años de servicio, respectivamente. Están destinados en Madrid, pero se encontraban en Melilla “de relevo” en funciones de vigilancia del puesto fronterizo. Hoy mismo regresan a casa.
La noticia de su auxilio a la mujer que estaba de parto ha trascendido incluso a medios marroquíes.