Muñoz afirma que no hubo engaños, sino un compromiso que formaba parte de su programa electoral
La Fiscalía sostiene en su escrito de acusación que Dioniso Muñoz fue uno de los principales ideólogos de la supuesta operación orquestada para conseguir votos de forma ilícita, bajo la promesa de puestos en los planes de empleo, con lo que se pretendía beneficiar a la coalición CpM-PSOE en las elecciones generales de 2008. Según manifestó ayer el ex secretario general del PSOE, no existió ninguna trama. Asimismo, indicó que en la campaña se recurrió a los planes de empleo como un “instrumento político”, pero no para “comprar” los votos de los ciudadanos. “Una de nuestras medidas era pasar de 1.300 a 2.500 puestos en los planes de empleo”, explicó.
“Nosotros nos comprometimos a que, al menos una persona de cada familia en la que todos sus miembros estuviesen en paro, obtendría un puesto”, agregó Muñoz. Al respecto, señaló que uno de los objetivos de esta campaña era que muchos ciudadanos “dejaran de vender sus votos al PP por 50 euros”.
El acusado aclaró que él no dirigía la campaña electoral ni conocía las funciones que se desempeñaban los trabajadores en la sede de Juventudes Socialistas (JSME), donde supuestamente se llevó a cabo la manipulación de votos. Al parecer del ex líder socialista, no era extraño que muchos ciudadanos acudieran al local, ya que el objetivo de incluir entre sus promesas el aumento del número de puestos de los planes de empleo era, precisamente, movilizar a la gente para que votase.
Llamada al voto por correo
La fiscal preguntó al ex dirigente socialista si desde el PSOE se promovió el voto por correo. “Nosotros siempre hemos llamado a la participación”, respondió el acusado. Según explicó, el voto por correo era tan legal como el voto que se deposita en las urnas. “Melilla es una ciudad muy particular porque mucha gente se va los fines de semana”, argumentó Muñoz. Asimismo, indicó que no le sorprendió que se triplicase el índice de votaciones realizadas por correo del año 2004 al 2008.
Sobre este asunto, el encausado indicó que en la sede de JSME se limitaban a explicar a las personas que pedían información sobre el voto por correo cómo se realizaba, de acuerdo a lo que indica la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg). “Si una persona pedía ayuda con la solicitud, se le rellenaba”, agregó Muñoz.
Respecto a las solicitudes de los votos, el ex líder socialista negó que estuvieran en el local de JSME. También negó que a los que votaban por correo se les dijera que tuviesen que regresar a la sede para entregar el resguardo e incluir sus datos en una base de datos.
Planes extraordinarios
Según sostuvo el ex secretario general del PSOE, el plan de empleo extraordinario de 2008 no se convocó para tratar de dar cobertura a todas las personas que votaron a CpM-PSOE por correo, como recoge la acusación. El procesado apuntó que estos planes ya se habían propuesto meses antes de que se celebraran las elecciones.
De este modo, Muñoz negó que que se hubieran creado para dar respuesta a la “alarma social” a la que hace referencia la fiscal en su escrito acusatorio. “Yo no noté ninguna alarma, ni en la sede del PSOE, ni en mi casa. No tuvimos problemas con nadie por ese motivo”, incidió el encausado. Al respecto, recordó que en la ciudad se han llegado a quemar contenedores tras publicarse las listas de admitidos por los planes de empleo, señalando así que suelen despertar el descontento de una parte de la población.
Según recordó, únicamente hubo una manifestación en la que participaron unas cuarenta personas frente a la Delegación del Gobierno, lo que consideró que entraba dentro de lo normal.
Muñoz está acusado por delitos electorales continuados, falsedad, prevaricación y asociación ilícita. La Fiscalía le reclama 21 años de prisión, 31 de inhabilitación especial para el empleo público y multas que superan los 576.000 euros.
El juicio del caso ‘Voto por correo’ continuará el próximo lunes.
“Mandaron cartas falsas para poner a la gente en contra”
El ex dirigente explicó que las cartas que muchas personas recibieron en las que se les informaba de que habían sido seleccionadas para puestos de los planes de empleo formaban parte de un plan de la oposición “para perjudicar nuestra candidatura” conjunta. De esta forma, Dionisio Muñoz negó que él, Mustafa Aberchán y Alonso Díaz estuvieran detrás de las misivas con el fin de incentivar que los ciudadanos acudieran a las sedes de ambas formaciones y, una vez allí, que realizaran el voto por correo. El procesado apuntó que su contenido se desmintió públicamente desde CpM y PSOE y recordó que Ana Mansilla, ex directora de la Unidad de Promoción y Desarrollo (UPD), denunció las cartas en los juzgados.