Las hermanas de María Inmaculada del Monte María Cristina acogen esta semana el segundo grupo de pequeños que disfrutarán durante 15 días de un sinfín de actividades y del cuidado de los monitores.
“Somos de aquí. Somos de allá. Somos de las colonias”, gritaban a ayer los más de 40 niños de las colonias del Monte María Cristina que visitaron el Salón Dorado del Palacio de la Asamblea. Fue la vicepresidenta primera de la Asamblea, Cristina Rivas, quien los recibió en este gran salón y contestó a un sinfín de preguntas de estos pequeños. Entre ellas, cómo había llegado la crisis y cuántos presidentes había en la ciudad.
Este grupo está formado por niños de entre entre seis y once años y son quince días los que van a pasar con los voluntarios realizando actividades en la playa y en otros lugares de la ciudad. Estos pequeños y sus familias ya son atendidos en diferentes programas por las hermanas de María Inmaculada y a través de esta colonia se les permite pasar unos días de ocio que de otra forma sus padres no podrían ofrecérselo.
Los monitores
La hermana Rocío fue la encargada de presentar a este numeroso equipo de voluntarios que han llegado a Melilla para colaborar en este programa sin pedir nada a cambio. En total, quince monitores, dos de ellos son monjas, que cuidarán y entretendrán a los niños a lo largo de estas dos semanas.
La hermana Rocío destacó la solidaridad de los chicos que un año más han decidido colaborar con ellas. Estos jóvenes provienen de todas partes del país, desde Burgos a Vitoria y del sur de España. Durante 15 días, dejan su verano a un lado, se pagan su propio transporte y vienen a Melilla para estar con estos niños que los necesitan.
“Dan lo mejor que tienen”, aseguró la hermana Rocío, quien insistió en la buena voluntad de estos jóvenes al compartir su tiempo de verano con este programa.
Los niños
La mayor parte de los niños que forman parte de las colonias pertenecen al Monte María Cristina. Ellos se siente afortunados de poder estar en las colonias de las hermanas de María Inmaculada porque saben que son muy divertidas y aprenden muchas cosas.
Los padres de estos chicos no cuentan con recursos suficientes para ofrecerles unas vacaciones, así que para muchos de ellos, estos 15 días serán los mejores de todo el verano, ya que bajarán a la playa todos los días y jugarán sin cesar con más niños como ellos.
La hermana Rocío aseguró que no sólo se les ofrece un tipo de ocio que no podrían tener si no fuera en las colonias, sino que también les enseñan a través de las actividades los valores que les servirán en un futuro, como por ejemplo, el respeto por todas las personas.
Las colonias son una ayuda para los padres y a la vez, un complemento en la formación de estos pequeños. Hoy es el tercer día de colonias y volverán a bajar a la playa, aunque este año contarán con iniciativas más culturales, como la visita de Melilla el tren turístico o la que realizaron ayer al Palacio de la Asamblea, donde se les explicó para qué sirve esta institución.
La hermana Rocío destacó el papel de otras entidades que colaboran con ellas a lo largo del mes de julio mientras que se están llevando a cabo las colonias, como Protección Civil y la Guardia Civil, que visitan las instalaciones para mostrarles en qué consiste su trabajo.
El día a día en las colinas
Los padres de estos pequeños melillenses les dejan temprano en la sede de María Inmaculada y allí, desayunan con el resto de sus compañeros. Una vez que todo el mundo ha tomado su desayuno salen para emprender las diferentes actividades del día, desde los juegos en la playa al visionado de películas.
Cuando llega el medio día, estos pequeños se van al comedor del colegio Enrique Soler donde almuerzan. Luego vuelven al Monte de María Cristina y en algunos casos hacen tareas con los monitores o juegan en la sede de esta entidad religiosa. También toman aquí la merienda, pues a partir de las 18:00 horas los padres los recogen.
La hermana Rocío aseguró que los chicos tienen tanta ilusión en participar en las colonias que siempre están abiertos a lo que se les pueda ofrecer. Así, aseguró que siempre compensa el esfuerzo que hacen todos los colaboradores de las colonias. Esta hermana explicó que ellos aportan paciencia, conocimiento y cuidados, pero que estos niños dan mucho más a las personas que cuidan de ellos.