La actividad se ha llevado a cabo entre el viernes y el sábado en el parque de los Pinares.
El arte es algo más que aquello que se puede ver en un museo. El CICODE (Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo), en colaboración con el Instituto de las Culturas de la Ciudad Autónoma puso en marcha el pasado mes de julio un proyecto llamado ‘Marcaré Melilla’, que busca mejorar la inclusión de los colectivos más vulnerables de la ciudad a través de talleres audiovisuales y de expresión artística. La pintura, como una vía de unión, de convivencia, de conocimiento mutuo y del entorno, ha sido la protagonista este fin de semana en el mural que una decena de niños del barrio de los Pinares, en la Cañada de Hidum, han realizado en su parque.
El coordinador del proyecto, Francesco Bondanini, explicó en declaraciones a este periódico, que su intención es que los más pequeños aprendan a observar y reflexionar sobre lo que les rodea y que sean ellos mismos los que expresen qué les gustaría cambiar o cómo querrían que fuera su barrio.
El taller, para el que han contado con la colaboración de la Asociación de Vecinos Jazmín y de un profesor de la Escuela de Arte de la ciudad, comenzó el martes. Más de una decena de niños del barrio, de entre 10 y 12 años, se reunieron junto a los monitores para hacer una puesta en común y elegir la temática de los dibujos, que más tarde plasmarían sobre el muro del parque. Durante tres días los pequeños fueron realizando bocetos en los que los protagonistas fueron elementos cotidianos como casas, muñecos, espacios de juegos o animales. “Ellos dibujaban cosas que les gustan y para eso tenían que ponerse de acuerdo. Nuestra idea es que el arte sea una herramienta para mejorar la convivencia y los espacios”, explicó Bondanini.
Lo primero fue una lluvia de ideas, en la que los pequeños fueron expresando aquello que les llamaba la atención, para más tarde ponerse manos a la obra y dibujar sobre el papel, lo que después tendrían que pintar sobre el muro. El profesor de la Escuela de Arte que colaboró en el proyecto fue el encargado, según explicó el coordinador de Marcaré Melilla, de dar algunas nociones técnicas a los pequeños para que luego ellos realizaran los dibujos.
El viernes por la tarde comenzó el trabajo en el parque, y el sábado concluyeron los últimos detalles. Bondanini apuntó que además de los niños que habían participado en el taller, una vez que se pusieron a realizar el mural también hubo muchos pequeños del barrio que se acercaron a participar o simplemente a observar lo que estaban haciendo.
El resultado ha sido un espacio en el que los colores y la alegría muestran que los pequeños tienen una visión positiva del entorno en el que viven, a pesar de que muchos de ellos se enfrentan a una vida con ciertas dificultades.
Bondanini aseguró que la idea, además de fomentar la convivencia y la mejora de los espacios, es dar una visión diferente de estos barrios y de las personas que viven en ellos. “Trabajamos para transformar los Distritos IV y V, pero también para cambiar la percepción y los prejuicios que se tienen hacia estas zonas y las personas que viven aquí”, indicó.
Los Pinares cuentan desde el sábado con un parque que invita a los niños a entrar a divertirse. Los pequeños, que en definitiva son los que van a disfrutar de este espacio, han logrado dar su toque personal y convertirlo, gracias al trabajo en equipo y la colaboración de todos, en un lugar que se parece un poco más a lo que ellos quieren. Pinceles, pinturas e ideas han sido las armas para mejorar la convivencia