La Unión Federal del Policía (UFP) pidió ayer a la Jefatura Superior que organice una macro operación para detener a los responsables del intento de linchamiento de dos agentes de la Policía Nacional, que fueron apedreados y tiroteados el domingo en el barrio.
El coche en el que iban quedó destrozado, le rompieron las lunas, le pincharon las ruedas y se llevaron un GPS y la escopeta del armero del vehículo.
Todo eso, en vísperas de que el próximo lunes se celebren en el Teatro Kursaal los actos institucionales con motivo del Día de la Policía.
Vecinos de La Cañada que prefieren no identificarse para evitar que en el barrio les cuelguen la etiqueta de “chivatos” y les arruinen la vida a sus familias aseguraron ayer a El Faro que la Policía sabe quiénes son los personajes que mueven armas en la barriada.
En opinión de estos vecinos, no es necesario hacer una macro redada que intimide a ancianos y niños: basta con entrar a por los responsables, como ha ocurrido cuando ha habido alguna operación policial antiyihadista, que se ha ido directo al grano. De esta forma, añaden, se evita que alguna persona mayor del barrio muera víctima de un infarto.
Estos vecinos insisten en que España debe reivindicar el barrio de La Cañada como territorio español porque en los últimos tiempos se ha convertido en la guarida de los delincuentes locales y de Marruecos. Roban coches y los abandonan o esconden allí y no pasa nada. Tirotean a un vecino y no pasa nada. Afilan catanas en el parque y no pasa nada. Pues ya va siendo hora de que pase.
Que se diga que lo ocurrido en La Cañada responde a las altas tasas de paro es cuestionable en un país con más de 3,6 millones de desempleados.
No podemos ignorar que Melilla no es la única autonomía con una alto porcentaje de jóvenes que no trabajan. Hay parados en cada rincón de la ciudad y no tirotean vehículos de la Policía ni en el Real ni en el Rastro.
Tampoco somos la autonomía, con más parados. Y de momento, somos la única en la que ha tenido lugar un incidente tan grave.
Hace unas semanas, tras una pelea en La Cañada, un vecino le reventó el coche a otro y le amenazó con un arma. Para sorpresa del vecindario, el agresor se fue de rositas. ¿Hace falta que lo mate?
Ya es hora de que la Policía Nacional identifique y detenga a los que mueven armas en La Cañada. Ni esto es ni queremos que se convierta en el Bronx.