Cientos de ciudadanos se dieron cita en el casco antiguo para celebrar juntos la españolidad de la ciudad.
Un año más, la Plaza de Pedro de Estopiñán volvió a convertirse en una marea de melillenses orgullosos de celebrar los más de cinco siglos de españolidad de la ciudad autónoma. Entre los asistentes al acto de ayer, estuvieron presentes representantes de los distintos grupos políticos de la Asamblea, de la Delegación del Gobierno y de la Comandancia General de Melilla.
No obstante, y como ya es habitual cada 17 de septiembre, no acudió a los actos ningún miembro de Coalición por Melilla (CpM), ya que el partido que lidera Mustafa Aberchán siempre ha considerado esta efemérides como la celebración de un derramamiento de sangre.
El ya tradicional discurso del presidente del Gobierno local volvió a ser un llamamiento para que la ciudad autónoma avance siempre desde la óptica de la multiculturalidad, sustentada en la paz social y la convivencia entre distintos credos y religiones. Eso sí, siempre bajo la bandera de España.
Los actos que cada año se celebran en el Pueblo atraen a un público que va in crescendo, buena prueba de que los ciudadanos creen, aceptan, apoyan y celebran la soberanía de España sobre Melilla. Los desfiles de la Compañía de Mar y Artillería, así como el himno nacional, hicieron que el público se pusiera en pie y prorrumpiera en aplausos.
En definitiva, la de ayer fue una jornada festiva en todos los sentidos. Como siempre, suenan voces discordantes para con la fecha escogida para celebrar el Día de Melilla, una cuestión cuyo debate no está ni mucho menos cerrado, pero para el cual hay que dejar de lado cualquier atisbo de duda sobre la españolidad de la ciudad.
Habrá que esperar a un futuro próximo para ver si algún día esta fiesta se traslada a la firma del Estatuto de Autonomía, como piden muchas voces.