Los ciudadanos melillenses no tendrán que seguir abonando los medicamentos de dispensación hospitalaria a partir del próximo mes de enero.
Es la consecuencia de la aprobación de la Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2016, que contempla que, a partir del 1 de enero, los usuarios dejarán de abonar por los medicamentos de dispensación hospitalaria en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
En concreto, la Disposición final vigésima refleja la modificación del Real Decreto Legislativo 1/2015 por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios.
Aunque en el Hospital Comarcal este tipo de prestación apenas suponía un ingreso mensual en torno a los 510 euros mensuales, con lo recogido en la Ley de Presupuestos generales del Estado para el año 2016 se pone fin a una de las medidas que, según apunta el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, “han logrado el control de la situación crítica que padecía el Sistema Nacional de Salud, que en enero de 2012 arrastraba un déficit de 16.000 millones de euros”.
Esta medida entrará en vigor prácticamente un año después de que el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, abriera la puerta a la retirada del copago farmacéutico, toda vez que la reforma sanitaria había logrado, a su juicio, la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. Los más de 4.000 millones ahorrados servirían, señaló el ministro, para, entre otras cosas, financiar nuevos fármacos. Revisión
En enero pasado, Alonso se mostró partidario de revisar el copago que establece la reforma respecto a los medicamentos que se prescriben en los hospitales, aunque en la práctica las únicas regiones que lo están aplicando son las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta. “Es una reflexión sin duda que alcanza lo que es el copago de las farmacias ambulatorias de los hospitales, que no parece que tenga mucho sentido y que debemos ya revisar”, apuntó en su día Alfonso Alonso.
El copago había comenzado a aplicarse el 1 de octubre de 2013 sin que se produjeran incidencias, ya que el volumen de pacientes que utilizaron este servicio no era “excesivo”, según indicó entonces el director territorial del Ingesa, Francisco Robles.
Robles explicó en aquel momento que la media diaria de usuarios de la farmacia hospitalaria en la ciudad oscilaba entre 10 y 15 personas, en su mayoría enfermos crónicos con enfermedades graves”.
Pocos días después de su entrada en vigor, la Ciudad decretó que subvencionaría los medicamentos que se dispensaran el Hospital Comarcal. Los usuarios han podido presentar desde entonces las facturas por los medicamentos de una en una o todas juntas, para su abono por la administración.