Al inicio de la procesión un grupo de unos 40 melillenses, ataviados con el traje regional, dedicaron una salve a la Patrona.
En torno a las 18:30 horas, la Patrona de Melilla comenzaba su andadura por las calles del Pueblo para ser procesionada en su día más importante.
La salida de la iglesia de la Purísima Concepción congregó a muchos melillenses que no quisieron perderse ese momento tan especial como es ver salir a su Virgen de la Victoria del templo. Una vez fuera de la protección de las murallas de la ciudadela, cientos de melillenses la esperaban para arroparla en su caminar por las calles de Melilla.
Uno de los momentos más emotivos del inicio de la procesión fue la salve que un grupo de 40 amigos, fieles y devotos de la Virgen de la Victoria, le cantaron, arrancando los aplausos de los asistentes. Momentos después las autoridades se dispusieron a seguir a la Patrona de Melilla en procesión como así hicieron decenas de melillenses al paso marcado siempre por la Orquesta Ciudad de Melilla.
Con la solemnidad que caracteriza las procesiones melillenses, desde niños a adultos acudieron a ver a su Virgen de la Victoria caminar por las calles del centro de la ciudad a hombros de cerca de medio centenar de cofrades que no desistieron en ningún momento de mostrar a su Patrona a los ciudadanos con orgullo y sentimiento.
El paso por la iglesia Castrense, y después por el Sagrado Corazón fueron los enclaves donde se concentraron mayor número de melillenses para rendir homenaje a su Virgen. Más tarde y al finalizar el tránsito por la calle López Moreno, la Patrona hizo la tradicional parada ante la sede de la Asociación Hijos de Melilla donde sus socios le hicieron la correspondiente ofrenda floral y repartieron botellas de agua entre los portadores.
La Virgen de la Victoria inició seguidamente la recta final de la procesión, entrando en la Avenida Juan Carlos I Rey. Aprovechando que el sol ya había caído y la temperatura estaba más fresca los melillenses se animaron más a acompañar la procesión hasta la Plaza de España y despedir a la Patrona a su vuelta a la ciudadela hasta el próximo año.
Cabe destacar el buen hacer del dispositivo policial destinado a la procesión que veló por la seguridad de los ciudadanos cortando el tráfico al paso de la Virgen.