La asociación asegura que ha recibido quejas de distribuidores y repartidores.
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Melilla pidió ayer a la Ciudad que se amplíe el horario de los servicios para la distribución de los pedidos solicitados por las casetas instaladas en el ferial. Los hoteleros aseguraron a través de un comunicado de prensa que numerosos afiliados se han quejado porque no se ha habilitado un sitio para cara y descarguen el ferial.
Según apuntan en el comunicado los encargados de montar las 22 casetas que abrirán a partir de este sábado en el ferial también han mostrado su descontento.
La asociación apunta que los más perjudicados por esta situación son los distribuidores de bebidas y alimentación que tienen serias dificultades para llevar su mercancía hasta los caseteros.
Así, piden a la Ciudad que para facilitar la buena armonía y el adecuado quehacer diario de las personas que trabajan en la hostelería durante la feria se les dé un espacio acotado para que no se produzcan problemas diarios cada vez que los camiones del reparto lleguen con los productos que horas más tarde los melillenses degustarán.
Desde la asociación apuntaron que su actitud es conciliadora y que lo único que pretenden es que tanto los que disfrutan del ferial como los que trabajan en él puedan convivir durante los nueve días que se mantendrán abiertas las casetas.
Los hosteleros hacen la petición dos días antes de la inauguración oficial de las fiestas, porque aunque aún no se haya abierto al público, los caseteros ya ultiman los preparativos para que el sábado por la noche todo esté listo y los cientos de melillenses que acudan al Real puedan disfrutar de comida y bebida en sus establecimientos.
La feria es un evento lúdico para la mayoría, pero también es para otros su espacio de trabajado durante algo más de una semana. Por esta razón los hosteleros quieren que tanto su labor como la del resto de personas que trabajan en el recinto sea lo más cómoda posible, dentro de las limitaciones lógicas de este espacio.
El propio viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, destacó hace unos días la importancia que tienen estas fiestas para la economía local, ya que suponen una inyección de ingresos para los empresarios del sector de la restauración.
A sólo dos días de que el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, pulse el interruptor de encendido del alumbrado y comience oficialmente la Feria, los hosteleros tratan de que todo funcione lo mejor posible y de evitar problemas antes de que ya no tengan solución.