En medio del debate público en el que participan tanto la sociedad civil y sus entidades sociales como los partidos políticos para decidir el futuro del muro del parque Hernández, el grupo Guelaya-Ecologistas en Acción, contrario a su derribo, ha instado a dejar "trabajar" a la Comisión de Patrimonio, no sin insistir en que el muro es "más que un amasijo de piedras, cemento y metales".
Los ecologistas han explicado que, si su valoración como elemento arquitectónico del centro de la ciudad de más de un siglo de antigüedad está vinculada al dictamen de la comisión, cuya decisión es vinculante, hay que esperar a que ésta se pronuncie sobre este tema que "preocupa" a la sociedad melillense y, después de conocer lo que decida, continuar la discusión "si es pertinente".
Además, los ecologistas han explicado que la cuestión "muro sí /muro no" es demasiado simplista, por lo que, para ellos, "no se están trasladando a la ciudadanía ni las explicaciones correctas ni las preguntas correctas", lo que también debe ser tenido en cuenta en el dictamen.
Así, los ambientalistas han recalcado que en este caso "los argumentos materiales quedan sobrepasados por la memoria inmaterial que forma parte de los sentimientos y de las historias de vida de la ciudadanía". No se trata para ellos de una cuestión "romántica o sentimental", sino de conservar el "patrimonio cultural inmaterial de Melilla".
Desde la óptica de Guelaya, es "fundamental que los políticos entiendan que eso vale tanto o más que el más afinado de los argumentos técnicos". Por tanto, para el grupo no es de recibo "eliminar las señas de identidad de una ciudad ni destruir elementos arquitectónicos que aportan belleza y carácter propio" al entorno urbano.
Otros puntos a favor del muro
En torno al muro, Guelaya ha destacado que su portada ornamental y su cerramiento datan de 1913, lo que lo convierte en un elemento arquitectónico patrimonial que se extiende al interior del parque formando parte de la plaza de España.
Asimismo, han argumentado la seguridad que brinda el muro, tanto ante la caída de ramas, como frente a los peligros del tráfico. Si bien están de acuerdo con "abrir los parques a su entorno", es algo que no apoyan aquí porque se abriría a dos vías de circulación intensa: una zona azul y una de tráfico de vehículos pesados
Por ende, el grupo ha dicho que apoya la opción de mantener el muro y ampliar las puertas laterales que dan paso desde la avenida de la Democracia y Luis de Sotomayor a General Marina, "si se tomaran medidas para limitar o pacificar el tráfico".
Por otra parte, la entidad se ha referido a "la huella de carbono" que provocaría derribar el muro y se ha preguntado cómo se gestionarían las toneladas de residuos de construcción que generaría.
De igual manera, los ecologistas han afirmado que el derribo del cerramiento sería una obra "agresiva" para la flora y la fauna interior porque puede cambiar el "delicado microclima" que ha hecho prosperar "durante un siglo a las especies botánicas que alberga el parque".
Guelaya incluso se ha cuestionado "si no hay otras obras más urgentes en las que gastar el dinero".
No me explico porque los ecologistas no piden más zonas peatonales en la ciudad. Pequeñas capitales de provincia en la península tienen prácticamente el centro totalmente peatonal, ya desde varios años con resultados sorprendentes para toda la ciudadanía . Véase el caso de Pontevedra que es objeto de estudio, y hoy ya nadie lo cuestiona. Melilla podría limitar alguna calle más al tráfico . Paradójico que en un sitio tan pequeño la gente use tanto el coche
Un Parque Hernández sin su vallado para mí es inimaginable, sería quitarle una seña de identidad, una hermosísima seña de identidad. Sólo aquellos residentes sin raíces pueden preferir el atropello de derribar el vallado. Este no sólo es un elemento inseparable, es una protección de su contenido ornamental y biológico. Sería como dejarlo desnudo o peor aún arrancarle la piel. No dejen que cometan esta barbaridad
El Parque Hernandez, para los que pintamos cañas, siempre ha sido un recinto abierto. Nuestro parque y su recinto amurallado una obra de decoración integrada en la zona. Los que promueven su derribo siguen una estrategia de eliminar todo lo construido desde 1910 y comenzó la construcción de nuestra ciudad
Hay dos modelos de ciudad; uno, el actual y otro, el que se sigue en Marruecos. En el segundo, ni hay parques como el nuestro y de haberlo no cuentan con ese recinto amurallado.Despues del Parque Hernández hablarán de la Plaza de España o de Melilla la Vieja. Algo te tendrá que decir el Cronista de la Ciudad.
Ha dado usted en el clavo. El enorme problema de Melilla es que ni el partido que gobierna actualmente (Coalición por Marruecos) ni gran parte de los residentes que votan a ese partido son oriundos de Melilla. Por lo tanto siguen patrones marroquíes, que son los del desorden, la suciedad y el caos urbanístico. Melilla se fundó y se urbanizó como ciudad española y europea en el norte de África y cada vez, lamentablemente, lo es menos. Lo cual denota que pese haber regalado el DNI español a los marroquíes instalados en Melilla buena parte de ellos ni sienten España ni convergen hacia España, sino que miran a Marruecos y pretenden marroquinizar nuestra ciudad. Una pena pero es así. Vamos cuesta abajo y sin frenos.
El Parque Hernandez, para los que pintamos cañas, siempre ha sido un recinto abierto. Nuestro parque y su recinto amurallado una obra de decoración integrada en la zona. Los que promueven su derribo siguen una estrategia de eliminar todo lo construido desde 1910 y comenzó la construcción de nuestra ciudad
Hay dos modelos de ciudad; uno, el actual y otro, el que se sigue en Marruecos. En el segundo, ni hay parques como el nuestro y de haberlo no cuentan con ese recinto amurallado.Despues del Parque Hernández hablarán de la Plaza de España o de Melilla la Vieja. Algo te tendrá que decir el Cronista de la Ciudad.
A mi no me han preguntado si quiero derribo o no, donde esta la democracia?
La primera vez que veo a los ecologistas defender el hormigón frente a los espacios abiertos.
No sería más lógico si el problema es la seguridad contra el tráfico rodado suprimir los coches de los alrededores o por lo menos quitar el muro y los coches de la calle Marina y integrar el Parque al centro.
Pues no