Los restaurantes ambulantes conocidos como Food Trucks, que han venido ha Melilla como antesala y colofón de la celebración de la efeméride de ‘El Día de Melilla’ se han ido muy satisfechos con el resultado de las ventas obtenidas a los largo de estos cinco días.
Así lo han reseñado los dueños de estos restaurantes ubicados en el mismo camión donde viajan esta nueva forma de trabajar en hostelería. Los hosteleros nómadas están ubicados en la ciudad, concretamente en la Plaza de las Culturas desde el pasado viernes y ayer, el día de la ciudad, fue el último día que estuvieron aquí, cerrando entre las cuatro y las cinco de la tarde.
Vinieron como el año anterior un camión restaurante con comida venezolana, otro con comida típica de México, otro con comida a la parrilla típica de Argentina. Comida asiática y comida rápida, es decir, perritos calientes y hamburguesas. La novedad estuvo en un camión restaurante de comida estadounidense que según declaraciones desea venir otro año más porque ha vendido bastante bien y supone la empresaria texana que no ha sido por la novedad.
Comer en estos establecimientos que se están ganando un puesto bastante importante en la hostelería actual cuesta un máximo de diez euros y se ubican en los lugares más estratégicos de cualquier evento festivo, por lo que la afluencia de gente está asegurada. Su consumo implica comer bastante bien por poco dinero y en un ambiente muy acogedor. Suelen establecerse dentro de un contexto de cafeterías para que la bebida la compre el cliente en otro lugar y con ese pretexto se siente allí, aunque ellos también disponen de servicio de bebidas como es natural.
Melilla ha vivido su día en un ambiente tranquilo y acogedor en el que los ciudadanos han podido degustar, gracias a este tipo de restaurantes de menús diferentes y procedentes de diferentes países, algo que es todo un lujo para una ciudad insular como la ciudad africana. Los clientes de modo generalizado también se han ido muy satisfechos con este servicio, de hecho todos los camiones restaurantes de Food Trucks aseveran que desean repetir el hecho de volver a Melilla para ofrecer sus servicios.
En la actualidad, este tipo de servicio se está imponiendo por razones obvias. Son los eventos multitudinarios los que implican un advenimiento de personas masivo, por lo que una zona por muchos restaurantes que tenga no puede subsistir sólo para hacer negocio unos días o a lo sumo una semana, ya que son demasiados los impuestos y las infraestructuras que deben mantener.
Por lo que obligan a en años pasados a los allegados a un evento a llevarse su comida en una mochila u otro lugar. Con los Food Trucks este problema se ha solucionado y además con comida recién hecha. Este es el secreto de su triunfo, además de tener unos precios muy asequibles.
Se traen los restaurantes ambulantes conocidos como Food Trucks del exterior a Melilla. Y aquí en nuestra ciudad si quieres poner un Food Truck para emprender y ganar dinero, en un lugar, como el taponamiento de la OPE te lo prohíben. Hay que irse a la plaza de las culturas para que se lleven la pasta fuera y aquí a seguir parado.
Los del tapon OPE lo que quieren es garbanzos, caracoles, agua sidi grifo fresquita y agua verde hervida con hierbas...todo de gañote por obra y gracia de los arome.
Además la comidita de las furgonas no es halal ni del gusto de los del taponamiento. Por otro lado al tito Juanjo y a sus seguidores del gobierno no les interesa que le hagan la competencia todo el año a los locales de restauración-copeteo que ellos frecuentan. Lo de estos días es solo pan y circo para que los chicos de Festejos se justifiquen ante la plebe.