El centro de Melilla con su conjunto de edificios modernistas y sus calles peatonales parece, a simple vista, un gran reclamo para que la población local y los turistas se acerquen a pasear y, de paso, a los comercios y bares que se encuentran en este barrio. Pero desde los distintos establecimientos de la zona confiesan que se deberían hacer “algunas mejoras” para atraer más clientela y que los negocios sigan siendo rentables.
Con la llegada del verano, son varios los empresarios de esta localización de Melilla que piden una ampliación del horario de apertura, “aunque sea una hora más”.
Desde la tienda ropa ‘Mónaco’, dicen que “estaría bien que se pudiera abrir un poco más tarde y cerrar también algo después del horario que hay estipulado hasta ahora” para los meses de verano.
“Ahora la gente se va a la playa y muchos no vuelven por aquí hasta las 8 de la tarde y nosotros a las 9 ya estamos cerrando”, señalan.
De esta forma, algunos de estos negocios manifiestan que “estaría bien poder abrir a las 6 de la tarde en lugar de hacerlo a las 5”, lo que haría que las tiendas cerrasen sus puertas sobre las 10 de la noche.
“Es que estos horarios en verano obligan a la gente que quiera comprar a ir con prisa porque tenemos que terminar la jornada”, apuntan desde esta tienda de ropa.
Las obras que se han ido realizando en el centro de la ciudad son una de las principales situaciones que los comerciantes cambiarían sin dudarlo, pues, como señalan desde algunos de estos locales, como la panadería ‘El mimbre’, “han llegado a perder el 50% de sus clientes diarios”.
En este mismo sentido comentan que “unas ayudas para compensar las pérdidas y los daños por las lluvias estarían bien” porque, tal y como añaden, “el seguro no te lo cubre todo”.
“Queremos que estas obras acaben de una vez y a ver si puede ser que esta calle (General Marina) no sea zona azul o que, al menos, el párking sea gratuito”, añaden.
Tal y como señalan varios comercios de esta misma calle aledaña al parque Hernández, las intervenciones que se llevan realizando desde hace unos meses están ocasionando muchas molestias al funcionamiento de los establecimientos.
“Tenemos que descargar el material al final de la calle y luego traerlo a pie hasta la tienda porque las furgonetas no pueden entrar por ningún lado”, dicen.
En el caso de la panadería, destacan que “han tenido que empezar a hacer envíos a domicilio” porque “de alguna forma tienen que seguir ofreciendo el servicio a los clientes que lo piden”.
Otra medida que se ha remarcado desde los distintos negocios de la zona del centro es que el mercadillo ‘outlet’ se lleve a cabo más veces al año, ya que “dos veces al año no son suficientes” y según señalan, este rastrillo en calle O’Donnel “da mucha vida al barrio” según dicen desde la tienda ‘Mónaco’.
En relación a este tema, también indican desde las distintas tiendas que “si se hace, se debería avisar con algo más de antelación”.
En cuanto a la actividad en el barrio, desde los negocios se piden “más facilidades para que algunos bares puedan colocar más mesas”, ya que, tal y como dicen, “esto traería más gente al barrio”.
Por otro lado, entre los comerciantes del centro valoran positivamente las actividades que se han llevado a cabo para los niños en las calles peatonales, que definen como “maravillosas”.
De igual forma pasa con las actuaciones de los alumnos del conservatorio, ya que, según dicen desde la tienda de ropa ‘Mónaco’, “son cosas que dan mucha vida a las calles” y, además, “ayudan tanto a los comercios como a los chicos para perder el miedo escénico”.
Este tipo de actividades, entre otras cosas, se apuntan desde los comerciantes como algo que podría cambiar la situación de otros negocios de la zona, que, tras muchos años de obras se vieron obligados a cerrar. “Son locales que después se cogieron por otra gente, pero no duraron más de tres meses porque no tenían los beneficios suficientes”, destacan.
Así, los toldos en todas las calles del centro y no sólo en algunos tramos, los horarios de apertura, las obras y las actividades para atraer clientela son las demandas más repetidas por los comercios.
El aparcamiento, otro de los problemas señalados
El centro de Melilla presenta, a simple vista, grandes ventajas para aquellos que viven allí, pues por sus calles peatonales se puede pasear sin temor a que pasen vehículos a gran velocidad y, además, los distintos bares de la zona tienen espacio para colocar sus mesas y que quienes quieran sentarse a tomar algo puedan hacerlo rodeados también de la arquitectura modernista característica de esta parte de la ciudad.
Aún así, los melillenses que viven por esta zona ven varios aspectos en los que se podrían hacer mejoras para hacer del centro de Melilla un sitio aún más amable para los que hacen su vida allí, que, tal y como algunos de estos vecinos dicen, “al final es mucha gente, no sólo los que tienen casa en esas calles”.
Mercedes, que dice no vivir en el centro, pero que tiene que ir mucho por allí ya sea para trabajar o para salir con sus amigos comenta que “el tema del aparcamiento es insostenible” y que, cada vez que alguien quiere acercarse a esa parte de la ciudad, “se pasa una hora buscando aparcamiento porque no hay suficientes plazas”.
“Además, las calles están llenas de obras y se siguen inundando igual”, destaca.
Elías, que paseaba con Mercedes por calle O’Donnell suscribe todo lo que dice su amiga y, además, añade que “esa situación hace que la gente vaya menos a los comercios” y cree que “habría que darles alguna ayuda a estos negocios para intentar compensar”.
Javier, que lleva viviendo varios años en el centro, asegura que en lo que más se puede mejorar es “el tema de las obras”.
“Deberían acabar ya, que estamos hasta arriba y no se pueden alargar tanto estas cosas”, dice.
Juani dice que le gustaría que se instalasen toldos para cubrir toda esa zona del centro de la ciudad “y no sólo algunos tramos”.
“Para estos días, con las temperaturas que hay, estaría bien que se instalase algo más que pueda tapar el sol y tenga la calle más fresquita”, comenta.
Por otro lado, Estrella se muestra satisfecha con el estado de esta zona de la ciudad y confiesa que “a ella le gusta mucho como quedó con las calles peatonales”.
Entre risas se le ocurren algunas propuestas más como “un parque acuático o más zonas de ocio”, pero entiende que “eso en el centro de la ciudad no se puede hacer”.
Para Pedro los problemas son otros y él apunta a los comercios y a la vivienda en esta parte de Melilla en la que, tal y como dice, “hay muchos aspectos que se pueden mejorar”.
“Se debería de hacer algo para bajar el precio del alquiler de los locales de esa zona para que más personas pudieran abrir un comercio allí y, si se pudiera hacer algo similar con el precio de la vivienda, mucho mejor”, añade.
De esta forma, el centro de la ciudad es uno de los lugares con más atractivo de Melilla por sus comercios y su entorno formado por el conjunto modernista que posee y que lo rodea, pero, aún así, los melillenses siguen viendo puntos de mejora para una zona “que se podría aprovechar mucho más de lo que se hace”, como dicen algunos de los que viven y trabajan allí cada día.
Mientras tanto, la mayoría dice disfrutar de las calles peatonales y de las terrazas de estas calles.