Son ya muchos años al servicio de la sociedad melillense, concretamente 18, ergo la mayoría de edad. ‘Los Cabales’, esos señores que nacieron en una corrala-taller de la avenida del Aviador García Morato, de la mano de Paco Serrano, hoy en Granada; son los mismos que consiguieron un local en la plaza de toros, junto a la peña taurina ‘Los Medios’, en los bajotendidos del coso norteafricano y consiguieron que la magia del flamenco inundara las superficies del vértice del Triángulo de Oro que pensara en su día don Enrique Nieto y Nieto.
Juan Marcos Manjón es el presidente de ‘Los Cabales’, presidente orgulloso y –lo que es mucho más importante– efectivo. Con su batuta, la peña ha pasado a ser una asociación cultural y recreativa. Es decir…¿flamenco?, claro que sí, pero también teatro, copla, humor, magia. En ese núcleo de creatividad cabe de todo y así ocurre. Claro, el pillo de Juan –asturiano de buena crianza recebado, a ver, entiéndaseme, en Melilla– tiene una mano derecha de auténtico lujo, su esposa, Marisol Quevedo, ¡qué mujer!.
Presumen, porque pueden, de futuro. ¿Qué es presumir de futuro?, pues, entre otras cosas, estar seguros del presente, estar seguros de hacer las cosas como Dios manda y como los socios demandan: Abrir ventanas a todas las modalidades de la cultura, colaborar con las instituciones, rendir debido homenaje al ocio bien entendido, el ocio que enriquece, el ocio que el ser humano responsable agradece.
María del Carmen Romero ha sido la encargada de abrir musicalmente la mayoría de edad de ‘Los Cabales’ y lo ha hecho con un magisterio hermoso, una puesta en escena con muchísimo poderío, sentida interpretación, ajustes al guión de la mejor copla, la que nos gusta. Y es que para admirar a una buena intérprete no hay que irse a la Gran Vía de Madrid ni al Postigo del Aceite sevillano. Aquí tenemos oro de muchos quilates. Si buena fue la cena del aniversario, mejor fue la actuación musical, palabra. Junto a ella, solidarias, compañeras, María del Carmen López, Estefanía y Macarena, hermosas copleras de la tierra.
Y, hablando de magia… el local. Hay que ver lo que les costó ese poderoso rincón de la Mezquita del Toreo, hay que ver la financiación de su remodelación y hay que ver lo precioso que es. Su barra, su local social, su escenario, sus espacios colaterales… su hospitalidad y cercanía; todo es perfecto. Y de sus gentes, más vale no hablar mucho más porque pecaría el reportaje de acumulación de admirativos. Qué gente, Dios, entre ellas la presidente de la Asociación de Amas de Casa, la bella Ángela González de Weil.
Son 18 años pero, a pesar de la mayoría de edad, ‘Los Cabales’ están naciendo. Hay nuevos proyectos basados en la oferta de ocio y cultura a los melillenses. Ya lo contaré en otra ocasión, hoy me lo ha prohibido Marcos Manjón.
Felicidades, chicos.