Después de casi un mes de entrenamientos al plantel azulino le ha venido como anillo al dedo el pequeño paréntesis en el trabajo.
Un descanso más que merecido tras cuatro semanas intensas en el que el trabajo se ha hecho quizás más monótono, debido a la imposibilidad de cambiar de aires en una pretemporada que está resultando atípica con respecto a la de los últimos años, en la que la escuadra melillense aprovechaba el stage que realizaba en tierras peninsulares para llevar a cabo una serie de partidos de preparación, algunos de ellos ante rivales de la misma categoría e incluso del mismo Grupo en el que competían.
Los de Fernando Currás afrontan ahora una semana clave en la que, salvo nuevo contratiempo, tendrán la oportunidad de jugar al menos dos partidos frente a un rival de cierta entidad y que va a exigir a los azulinos un mayor esfuerzo como es el CR Al Hoceima, conjunto de la Primera División marroquí.
El técnico gallego, que anda un poco contrariado por las circunstancias que han rodeado al club desde que acabó el pasado ejercicio, tendrá por fin la oportunidad de ver a sus jugadores en un encuentro en el que, al margen de que sea de preparación, sirva para ver con más objetividad el potencial de que dispone ante un rival más acorde de cara al comienzo de una competición que no dará tregua y que no tendrá en cuenta las vicisitudes por las que haya podido atravesar cualquiera de sus competidores.
Además, por si fuera poco, la escuadra melillense afrontará también en este tramo inicial del curso la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el Algeciras CF, el mismo rival al que se medirá una semana antes en el estreno liguero, aunque en esta ocasión la UD Melilla contará con la ventaja de jugar en su feudo y ante su afición.
Los integrantes de la plantilla unionista retomaron las sesiones preparatorias con una doble sesión. La de la mañana tuvo como escenario el pabellón de deportes Javier Imbroda en el que el cuadro técnico diseñó un trabajo en forma de circuito para el que distribuyó a los futbolistas en tres grupos que completaron de manera alternativa un trabajo en la sala de musculación de fuerza compensatoria y de fuerza preventiva, así como una serie de partidos de baloncesto sobre el parqué del recinto municipal. La sesión vespertina, que se inició a las 18:30 horas, tuvo un contenido más específico de fútbol. El técnico Fernando Currás planificó un entrenamiento técnico táctico en el que incidió en determinados aspectos del juego tanto ofensivos como defensivos e intentar llegar en unas buenas condiciones a los encuentros de pretemporada.