La cantante de jazz y actriz Natalia Dicenta estará mañana en Melilla La Vieja ofreciendo un concierto en compañía del maestro José Manuel Villacañas. Una actuación a dos voces que enamorará al público.
La cantante de jazz y actriz Natalia Dicenta vuelve a Melilla, por tercera vez, para ofrecer un concierto a dos voces, la suya y la del piano del maestro José Manuel Villacañas. Esta actuación será a las 22:00 horas mañana en la plaza de Estopiñán de Melilla La Vieja. Dicenta aseguró a El Faro que los melillenses se podrán enamorar con la magia de las canciones y de la luna.
–Tras varias visitas, ¿le gusta la ciudad?
–Me llaman para trabajar, así que es un honor muy grande ir a Melilla. La primera vez fue en 2007 con los conciertos de jazz de la UNED, que fue mi debut en esta ciudad. Además, fue una actuación como vocalista de jazz lo que me encanta. La última fue en enero en el teatro interpretando a Judy Garland en la función ‘Al final del arcoíris’. Ahora vuelvo con este ciclo de música bajo la luna, que me parece algo mágico y precioso. Estoy muy contenta de volver.
–¿Qué podrán ver los melillenses cuando suban a Melilla La Vieja para disfrutar del concierto de mañana?
–Verán un escenario con un piano de cola, un pie de micro y dos personas. Es broma. Es un concierto a dos voces, la del piano y la mía. Será de una hora y vamos a aprovechar toda la magia que nos ofrece Melilla, el mar, la noche y la luna creciente para ofrecer un gran concierto. Estará lleno de baladas linda y en un momento dado, se dará paso a la poesía. Voy a estar acompañada de un gran maestro y esto es muy importante, puesto que una no es nadie sobre el escenario sino está acompañada. Será José Manuel Villacañas quien tocará conmigo. Además, es nuestro debut como conjunto en un concierto completo. Villacañas ha estado de invitado en algunos de mis conciertos y yo también en los suyos, pero sólo hemos hecho dos o cuatro temas. Ésta es la primera vez que Villacañas y yo nos juntamos y creamos un concepto entero propio.
–¿Cómo es esta experiencia?
–Es fantástica y me gusta muchísimo, porque realmente la intimidad que produce que sólo haya un piano y una voz acompañándose me parece fantástico. Los melillenses van a disfrutar de una noche muy mágica. De una noche para enamorarse.
–¿Qué temas componen este concierto? ¿Son letras de alguno de sus discos?
–Del disco ‘Colours’ no hemos seleccionado ninguno. Dada la intimidad de cómo se plantea la magia y la seducción de ésta, hemos escogido temas que diciendo los títulos puede que no les suele al público, pero que una vez los escuchen, realmente sabrán de qué melodía se trata. Son temas de los grandes compositores de la música popular norteamericana. Temas que incluso han estado en películas o en musicales, pero que en nuestro caso vamos a cambiar algo más. Se ha transformado el repertorio y quiero que sea una sorpresa para los melillenses. Será una noche en la que se irá navegando suavemente entre baladas, poesía y algún tema con el tempo más alto. Será una navegación suave, a la luz de las estrellas, con la luna y con este piano maravilloso. Será una noche bonita y cuando toquemos el último tema habrá alguien en el público que pida una más.
–De forma que no será un concierto al uso.
–Me gusta hablar con la gente y explicarles ‘in situ’ que la canción que vamos a tocar proviene de tal sitio. Soy una persona a la que le gusta está muy cerca en el escenario, en el sentido en el que me gusta transmitir y comunicar todos los mensajes posibles. Lo mismo hay canciones que no conocéis, pero da igual porque yo voy a contar su historia, lo que me sugiere a mí o el por qué de tocarla esa noche, para hacer un recorrido ilustrado del concierto.
–Es su debut con Villacañas en un concierto completo a dos voces, pero ¿es el primero que interpreta con este mismo formato?
–No. El año pasado con la Universidad Menéndez Pelayo hicimos un ejercicio muy bonito, aunque en aquella ocasión fue con mi otro maestro, con Vicente Borland. Aprovecharon que sé cantar para unirlo con el curso de literatura y asociarlo al escritor por excelencia ligado al jazz, Julio Cortázar. Hicimos una jornada preciosa titulada ‘Cortázar y el jazz’, en la que yo seleccionaba textos de este escritor y desgranábamos, entre medias, baladas maravillosas a piano y voz. Y mientras que recitaba esos textos en prosa, el pianista estaba detrás envolviéndolo. Fue una experiencia bellísima y ésa fue la primera vez que estuve sólo con piano y voz en el escenario. Pero esta vez es debut porque es nuestro primer concierto completo los dos. Me gusta que sea en Melilla, bajo la luna y con una gente tan cálida como son los melillenses.
–¿Han pensado continuar con esta colaboración en un futuro?
–Sí, claro. Es muy difícil conectar y cuando en la vida te encuentras con personas, con artistas, que son como tú, que entienden lo que tú haces, lo que tú sientes, lo que tú respiras porque respiran igual que tú, esas conexiones hay que mantenerlas para siempre. Esto es lo que hace que luego el trabajo adquiera esa magia y densidad de la compenetración. Ahora lo que me encanta es que tengo dos maestros. A Vicente Borland que ha sido mi mentor y mi maestro en mis inicios en la música y eso es así. Y fue en 2011, cuando de forma fortuita y porque estuve en uno de sus conciertos, apareció en mi vida Villacañas, y enseguida le pregunté si acompañaba a voces, pues siempre iba con un trío instrumental. Ahí intercambiamos las opiniones e ideas y te das cuenta de que hay un lugar común que puede ser muy enriquecido por los dos. Nos retroalimentarnos y eso en la vida es oro puro. Ni todos los millones del mundo que se llevan los banqueros valen tanto como encontrar a un artista con el que puedes trabajar.
–¿Qué les diría a los melillenses para animarles a asistir a este concierto?
–El lugar es bello. La noche es mágica. La seducción de la música es inevitable. Si queréis enamoraros si queréis sentir que os seducen, si queréis disfrutar y gozar de un momento relajado y delicioso, venid a acompañarnos. Nosotros llevamos un concierto preparado desde Madrid. La seducción, la magia, la elegancia, la empatía, la calidez, todo esto estará en el escenario. Deseo que vengáis porque es la magia a la luz de la luna. Vais a disfrutar mucho. Lo más hermoso en la vida es compartir momentos, es decir, nuestro presente. El futuro no está y el pasado ya pasó y no hay arreglo, por eso compartir un presente, darnos la mano, es lo más. Los artistas, cuando estamos en el escenario, realmente estamos haciendo el amor al público. Cuando se establece un buen feedback entre artista y público y todos damos amor, ahí ya está lo bueno. Si queréis gozar allí estaremos nosotros.