El estado físico de los animales acogidos en la Granja Escuela siempre ha sido motivo de crítica por parte de organizaciones políticas y de ecologistas. Se reprocha a la Consejería de Medio Ambiente que no se les cuida adecuadamente y que el deterioro de muchos de ellos llega a resultar lastimoso para quienes visitan las instalaciones, sobre todo en el caso de los niños, que sufren al verlos así.
Daniel Ventura salió ayer al paso de esas críticas y ha dejado claro que esos animales suelen ser todos ellos recogidos de las calles por particulares e incluso agentes de la Guardia Civil. Por eso entiende que es normal que se encuentren en tan penosas condiciones cuando llegan al recinto, donde son tratados, alimentados y cuidados por el personal a cargo, que incluso utilizan días de sus descansos, como sábados y domingos, para ayudar y ocuparse de esos animales.
El consejero de Medio Ambiente ha defendido la labor que se desarrolla en la Granja Escuela con todos ellos y ha pedido a los críticos que se informen de cómo son las cosas allí acudiendo a los propios cuidadores para estar totalmente al día de la situación de cada una de las especies que se recogen allí. Es más, acusó a esos críticos de "utiliza" la situación "para generar discordia y malestar".
Los animales en cuestión suelen llegar en muy mal estado. Muchos de ellos han pasado días sin comer, han sido heridos o golpeados y su aspecto, habida cuenta de la vida que llevaban en las calles, no es el que los ciudadanos quieren ver cuando van a visitar la Granja Escuela. Reconoce el consejero esa circunstancia y añade que "son muchos los ejemplos que hemos tenido siempre de multitud de especies que han venido a parar aquí, se les mantiene y se les cría siempre en las mejores condiciones, sean cuáles sean las condiciones de ese animal".
Lo importante en este caso es que haya un lugar donde se recojan, alimenten y alivien las malas condiciones en la que se encuentran cuando son localizados tirados por ahí, en grave peligro de muerte por inanición o como consecuencia de haber sido atropellados, apaleados, abandonados a su suerte. Perros y gatos, por ejemplo, disponen de un lugar específico para ellos: la Protectora de Animales. Sin embargo, conejos, cobayas, tortugas y otras especies no pueden aspirar a otro santuario de animales que no sea esa Granja Escuela.
Cuidar a los animales debía ser una obligación para todos aquellos que los acogen en sus casas hasta que se hartan de ellos y su destino es vagar hasta morir si que nadie les ayude. Y si la Granja Escuela necesita más apoyo para cuidar a esos ejemplares, que la Ciudad Autónoma aporte todo lo que se considere necesario, pero que no sufran y tengan la vida que merecen somo seres vivos que son.
Es bueno que los ciudadanos sepan que en el caso de encontrarse por ahí un animal abandonado, pueden llevarlo a esas instalaciones, donde se le tratará, se le dará comida y podrá tener ciertas comodidades. Igual que si no los quieren en casa, no los abandone, no los deje tirados, llévenlo a la Grana Escuela para que pueda tener una oportunidad para vivir.