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Piden 20 años de cárcel para cuatro individuos: presuntamente mataron a puñaladas a la víctima en la madrugada del 29 de octubre de 2012
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Otro está procesado por un delito de omisión del socorro
Cuatro individuos se sentaron ayer en el banquillo de acusados de la sala de la Audiencia Provincial para responder por su presunta participación en la comisión de un delito de asesinato. Se enfrentan a la petición de una pena de 20 años de prisión, que es lo que solicita la Fiscalía de Melilla y el letrado que representa a la familia de la víctima, Fares B. M., en esta causa. Según la acusación, los procesados tenían la clara intención de terminar con la vida de Fares. Sobre la una de la madrugada del 29 de octubre de 2012 le asestaron numerosas puñaladas con armas de tipo catana y cortacañas en la calle Mar Chica del Real. Otro quinto individuo está acusado de un delito de omisión del deber del socorro y se le pide por él una multa de 9.000 euros. En la primera sesión del juicio por el ‘crimen de la catana’, celebrada a lo largo de la mañana y la tarde de ayer, los encausados por un delito de asesinato negaron rotundamente su participación en los hechos.
El acusado Abdelilah M. A. fue el primero en responder al interrogatorio por la muerte de Fares, aunque únicamente contestó a las preguntas formuladas por su letrado.
El individuo sostuvo que no tenía ninguna relación con el fallecido. “Ni buena, ni mala”, dijo. Según aseguró, no existía ningún motivo por el que él quisiera lastimar o arrebatar la vida a la víctima. Este mismo procesado indicó que creía que la noche de los hechos él se encontraba en su casa con su familia. Argumentó que era lo más probable debido a que era domingo y, por aquel entonces, él se encontraba cumpliendo una medida de libertad vigilada, ya que acababa de salir del Baluarte. Además, justificó que entre semana se dedicaba a buscar un trabajo. Para zanjar su declaración, Abdelilah M. A. insistió en que no tuvo ninguna participación en los hechos que rodean la muerte de Fares.
No conocían a la víctima
El siguiente en declarar, Yussef K. A., accedió a responder también a las preguntas de la acusación. En todo caso, también negó haber tenido algo que ver con el fallecimiento de la víctima. Afirmó que a Fares no lo conocía en persona, aunque sí escuchó hablar de él a sus amigos desde que estaba en el colegio. “Decían que era un poco malillo”, indicó.
El encausado insistió en que la noche que mataron a Fares él se encontraba en su casa con sus padres. Yussef K. A. negó que hubiera perseguido a la víctima en un vehículo hasta el Real y que, una vez allí, le hubiera asestado varias puñaladas hasta terminar con su vida. “Yo no voy nunca con catanas ni cortacañas encima”, respondió a la fiscal.
Según aseguró, supo de la muerte de Fares al día siguiente de los hechos. “La barriada entera estaba hablando de eso”, dijo. Yussef K. A. también aclaró, de cara al jurado que tendrá que decidir un veredicto, que actualmente se encuentra en prisión cumpliendo una condena por un delito contra la salud pública, pero no por esta causa.
Pelea en barrio hebreo
El tercer acusado que ayer prestó declaración fue Mimon M. A., quien reconoció en sala que horas antes de la muerte de Fares coincidió con él en el Barrio Hebreo de Melilla. Explicó que recientemente le habían operado de un ojo, motivo por el que estaba de reposo en su casa, en la citada zona de la ciudad. Decidió salir a la puerta de su vivienda para tomar el aire. Vio a una tercera persona y se inició una discusión que llegó a las manos después de que este individuo se metiera con él, según dijo el procesado.
“Fares estaba ahí, pero no se me acercó en ningún momento ni intervino”, defendió, contradiciendo así la hipótesis de la Fiscalía y la acusación particular. El mismo sostuvo que no tenía ningún problema con la víctima y, al igual que el resto de encausados, negó estar implicado en su muerte.
El cuarto acusado por un delito de asesinato, Mimon A. B., también aseguró que no tuvo nada que ver con el fallecimiento de Fares. Según dijo, ni siquiera había escuchado hablar de la víctima antes de este procedimiento. El mismo señaló que no recordaba qué hacía el día de los hechos, aunque rechazó que estuviera en el barrio del Real, donde se produjo el asesinato.
Este procesado afirmó en el juicio que, en comisaría, la policía lo amenazó para que culpase al resto de encausados. “Me decían que, o los incriminaba, o me empaquetaban a mí”, aseguró. “Me sentí presionado en dependencias policiales”, continuó diciendo. Según apuntó, las primeras declaraciones que hizo ante los agentes fue en calidad de testigo y en ausencia de abogados.
Omisión de socorro
El último acusado en testificar fue José E. T., al que acusan de marcharse del lugar con su coche al ver que su amigo Fares se encontraba en peligro, después de ver a varios individuos con armas blancas. Apuntó que sintió su vida en riesgo al percatarse de que tres o cuatro personas con las caras tapadas se dirigían a él con catanas. Según dijo, fue directo a la Jefatura de la Policía Local para contar lo sucedido. “Si me hubiera quedado allí, hoy no estaría aquí”, subrayó el procesado. Él mismo afirmó que la Policía lo presionó en numerosas ocasiones para que incriminara al resto de procesados, a lo que él se negó porque no vio el rostro de los asesinos de Fares.