La Guardia Civil localizó el pasado martes a siete inmigrantes de origen magrebí, dos de ellos menores de edad, que llevaban horas escondidos en el doble fondo construido en una batea que iba a embarcar sin mercancía en el puerto de Melilla, con la intención de colarse como polizones en el barco y llegar a Europa.
En una nota de prensa remitida a los medios de comunicación, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla informó ayer de que los hechos ocurrieron el martes durante los registros y reconocimientos de vehículos, bateas y camiones que realiza este Cuerpo de seguridad en el puerto antes del embarque.
De forma artesanal
El instituto armado localizó en uno de los camiones que retornaban vacíos a la península un doble fondo practicado al final de una batea mediante dos planchas construidas de forma artesanal, superpuestas y del mismo color y material del revestimiento del resto de la batea para dar apariencia de normalidad.
En ese hueco, de unos 50 centímetros de ancho, estaban los siete inmigrantes, que se encontraban en buen estado y no han requerido atención sanitaria, si bien la Guardia Civil deduce, por los indicios obtenidos, que llevaban bastantes horas metidos en el doble fondo.
Los siete son de nacionalidad marroquí, cinco de ellos mayores de edad y dos menores en situación de desamparo, de los que se han hecho cargo los servicios sociales de la Ciudad Autónoma.
Según el comunicado, la Guardia Civil ha detectado un aumento de este procedimiento debido a las nuevas medidas de seguridad establecidas en el puerto comercial para evitar la intrusión ilegal, lo que ha conllevado una disminución de entradas de personas en la zona de seguridad, tanto en los accesos por el espaldón como por otros lugares terrestres, al tiempo que se ha incrementado la vía del doble fondo.
Habitáculos “insalubres”
Según afirma la Guardia Civil en la nota, el esfuerzo integral de la Comandancia se centra en velar por la seguridad de estas personas y su integridad física, ya que en numerosas ocasiones son localizados en habitáculos muy peligrosos, reducidos e insalubres, donde permanecen hacinados por un espacio de tiempo prolongado.
Eso conlleva que, en caso de no ser localizados y rescatados, “peligre seriamente su vida e integridad física”. De hecho, la Guardia Civil ha recordado que en muchas ocasiones no pueden salir por sus propios medios.