La Operación Feriante de este año se ha saldado con un total de 105 inmigrantes ocultos en las atracciones que se disponían a embarcar rumbo a la península, según informaron ayer la Policía Nacional y la Guardia Civil. La cifra es ostensiblemente menor que la del 2012, cuando se interceptó a un total de 141 personas escondidas en los camiones.
La noche más movida para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado fue la del domingo al lunes, con las fiestas patronales recién concluidas. No obstante, ayer también se produjo un buen número de intervenciones para evitar que los inmigrantes se colaran en los barcos como polizones. En concreto fueron halladas escondidas en las atracciones 17 personas más, lo que eleva el número total a 105. Aunque la Operación Feriante está prácticamente concluida, no se descartaba encontrar a más polizones en el embarque de ayer a medianoche y en el de esta mañana, en el que se marcharon rumbo a Málaga y Motril los últimos empresarios que han participado en las fiestas patronales de este año.
Durante la segunda, y prácticamente definitiva, jornada de la Operación Feriante la Policía Nacional encontró a cuatro inmigrantes, todos ellos de origen magrebí, en la plaza de San Lorenzo, donde estaban instaladas las atracciones hasta la madrugada del domingo al lunes. Por su parte, la Guardia Civil halló en los alrededores del puerto comercial a trece personas, de las cuales diez eran marroquíes y los tres restantes de origen argelino. Entre ellos había un menor de edad.
Ya ha embarcado rumbo a la península el 85% de los camiones de los feriantes. Los últimos se marcharán esta mañana en el Volcán de Tinamar hacia la localidad granadina de Motril. Pese a que casi todo el trabajo está hecho, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mantendrán el dispositivo de seguridad por si algún inmigrante más intentara colarse en el barco.
Despliegue del segundo día
En la jornada de ayer la Policía y la Guardia Civil se desplegaron de manera muy similar a la del lunes. Este periódico comprobó que se mantuvieron tres controles: Uno en el Real de la Feria, otro en los accesos al puerto comercial (ambos operados por la Policía Nacional) y un último filtro previo al embarque, del cual se encargó la Guardia Civil. No se inspeccionaron únicamente los camiones que transportaban las atracciones, sino también turismos, furgonetas, caravanas y demás vehículos procedentes de San Lorenzo.
Asimismo, se hizo mucho hincapié en patrullar las zonas que escogen los inmigrantes para guarecerse hasta que llega el momento de intentar subir a los camiones de los feriante. Volvió a haber presencia policial en la subida a Melilla La Vieja e incluso en los límites marinos norte y sur de la ciudad autónoma.
A no ser que haya sorpresas de última hora, en la Operación Feriante de este año se romperá la tendencia alcista que Melilla experimentó desde hace varios veranos en lo que se refiere a número de interceptados.