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Cumplirá 80 días de trabajo en beneficio de la comunidad
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Insultó a la víctima: “Te has vuelto cristiana y vas puteando”
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla condenó ayer a un individuo a 80 días de trabajos en beneficio de la comunidad por ser el autor de un delito de amenazas y de otro de injurias, cometidos en el ámbito de la violencia doméstica y de género. El hombre reconoció su culpabilidad, por lo que no podrá aproximarse a la víctima, su ex mujer, a menos de 200 metros durante un periodo de dos años. “Puta, eres una guarra. Te has vuelto cristiana y vas puteando”, le dijo a la perjudicada después de presentarse en su vivienda. “Como no me dejes ver a mis niños, vengo a casa y te mato, perra, que te has vuelto una paya”, la amenazó en presencia de los hijos menores.
Estos hechos tuvieron lugar el pasado 30 de julio, sobre las 21:30 horas, en el domicilio de la víctima, localizado en la plaza Enrique Nieto. El individuo decidió llegar a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Fiscal, una opción que necesariamente pasa por el reconocimiento de los hechos que se imputan a la persona acusada.
A su vez, la representante de la Fiscalía accedió a rebajar la pena solicitada para el procesado, por su predisposición a colaborar con la Administración de Justicia. De este modo, terminó reclamando el castigo mínimo que contempla el Código Penal para estos casos de violencia doméstica y de género. Inicialmente pedía un año de prisión y 30 días de localización permanente. Finalmente, solicitó que se le impusiera 80 días de trabajos en beneficio de la comunidad y cinco días de localización. Lo que no modificó la fiscal fue la prohibición de comunicación y aproximación a la víctima, con la que no podrá contactar por un plazo de dos años.
El encausado ya contaba con otros dos antecedentes penales, aunque de distinta naturaleza delictiva: un quebrantamiento de condena y otro delito de desobediencia a la autoridad. En el juicio, el procesado se mostró de acuerdo con la pena pedida por la Fiscalía. En consecuencia, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 pronunció el dictado de una sentencia condenatoria.