Un hombre fue condenado ayer a una pena de tres años y un día de prisión tras haber sido cazado en el aeropuerto de la ciudad con casi seis kilos de hachís ocultos en una maleta.
El sentenciado admitió su responsabilidad en los hechos, por lo que no fue necesario que se practicasen las pruebas. De esta forma, mostró su conformidad con la sentencia que solicitaba el Ministerio Fiscal a la juez titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla.
Los hechos sucedieron el pasado 15 de febrero. En el control del embarque le fueron hallados dos paquetes que sumaban 60 barras de hachís. En uno de los paquetes había una cantidad de 4.100 gramos, mientras que la droga aprehendida en el otro pesaba 1.870 gramos.
Las sustancias estupefacientes de las que se incautó la Policía estaban valoradas en 13.170 euros. Aparte de pasar tres años y un día en la cárcel, el responsable de esta conducta delictiva deberá abonar una multa consistente en el mismo precio que el de la droga que pretendía llevar a la península.
De no haber reconocido su culpabilidad, se le habría aplicado una condena más grave.