La novela Llueve sobre Intxaurrondo, un homenaje literario a la labor de la Guardia Civil durante los años más duros del terrorismo de ETA en el País Vasco, podría convertirse próximamente en una película. La obra, editada por Círculo Rojo y escrita por el melillense Juan Manuel Fernández junto al teniente Francisco Hermida de la benemérita, se ha consolidado como el título más vendido de la editorial en lo que va de 2025, confirmando su notable aceptación por parte del público lector.
La historia, ambientada en el emblemático cuartel de Intxaurrondo en San Sebastián, relata la vida cotidiana, los sacrificios y el valor de los agentes de la Guardia Civil y sus familias durante la etapa conocida como los “años de plomo”, marcados por una violencia constante, atentados y amenazas por parte de la banda terrorista ETA. A través de una narrativa realista y comprometida, la novela busca dar voz y visibilidad a quienes vivieron esos años desde la primera línea de servicio y, en muchos casos, en un anonimato impuesto por las propias medidas de seguridad.
Actualmente, los autores mantienen conversaciones con una productora cinematográfica interesada en adaptar la obra al formato audiovisual. El objetivo, según explican, es llevar esta historia a la gran pantalla para que el testimonio de quienes vivieron aquella época no caiga en el olvido y pueda llegar a una audiencia más amplia. “Queremos que la historia de aquellos años y el papel de la Guardia Civil se conozca y se reconozca por la mayor cantidad de personas posible”, señalan.
Uno de los autores, concretamente Francisco Hermida, fue recientemente entrevistado en el programa El Cascabel (edición dominical), presentado por Ana Samboal, donde compartió detalles sobre el proceso creativo, la acogida del libro y los motivos que impulsaron su escritura. Además, participó en el espacio televisivo Código 10, en el que abordó la figura del infiltrado, clave en muchas operaciones antiterroristas de la época y uno de los pilares narrativos de la novela.
Desde su lanzamiento, Llueve sobre Intxaurrondo ha despertado un notable interés tanto por su contenido como por su enfoque humano y testimonial. En febrero, el libro fue presentado en Melilla, en un acto que destacó su valor como ejercicio de memoria y reconocimiento a quienes enfrentaron el terrorismo desde dentro de los cuerpos de seguridad. Tal como informó El Faro de Melilla, el evento fue un espacio para el recuerdo, la reflexión y el homenaje, en el que también se subrayó la dimensión literaria de la obra como herramienta para preservar la memoria histórica reciente de España.
En otra publicación de este diario, se resaltó el carácter homenaje de la obra, que va más allá de la literatura para convertirse en una contribución a la memoria colectiva del país. La novela no solo ofrece una mirada íntima sobre la vida de los agentes, sino que también refleja con fidelidad el entorno social, político y familiar en el que se desenvolvía su labor diaria, a menudo marcada por el miedo, la tensión constante y el aislamiento social.
El cuartel de Intxaurrondo, símbolo de la lucha antiterrorista en España, fue uno de los objetivos más vigilados y también más amenazados por ETA. Desde allí se coordinaron algunas de las operaciones más complejas de la Guardia Civil contra la banda armada. La novela recoge con detalle no solo las estrategias operativas, sino también las vivencias de quienes habitaban el recinto, muchas veces convertidos en objetivo directo del terrorismo.
A medida que avanza el año, Llueve sobre Intxaurrondo continúa sumando lectores y consolidándose como una referencia literaria dentro del género testimonial sobre el terrorismo en España. De concretarse su adaptación al cine, la obra daría un paso más en su propósito de llegar a un público más amplio, proyectando la memoria de los años más duros del conflicto con ETA y el compromiso de quienes, desde el anonimato, trabajaron por preservar la seguridad y la paz en el País Vasco.
Además del interés comercial, el valor de esta novela radica en su capacidad de acercar a nuevas generaciones una parte fundamental de la historia reciente del país. Muchos jóvenes no vivieron aquellos años y tienen un conocimiento limitado de lo que supuso el terrorismo de ETA, el precio que se pagó para combatirlo y la entrega de muchos hombres y mujeres que defendieron la legalidad democrática. En este contexto, la obra y su posible salto al cine se plantean también como una herramienta educativa y de sensibilización social.