Una patera con ocho migrantes de origen magrebí a bordo ha tocado tierra en Melilla este domingo en torno a las once de la mañana.
Fuentes de la Delegación del Gobierno han señalado que los individuos han desembarcado por la zona de Horcas Coloradas. En cuanto pisaron tierra, los ocupantes de la embarcación se dirigieron con rapidez hacia el interior de la ciudad, siendo imposible que pudieran llegar a ser localizados.
Los migrantes accedieron a la ciudad autónoma en un barco con matrícula de la ciudad, por lo que hizo aún más difícil su detección por los mecanismos anti-intrusión de la Comandancia de la Guardia Civil.
Desde finales del mes pasado no teníamos noticias de llegadas de pateras a Melilla. Las dos últimas llegaron los días 23 y 24 de octubre. En la primera de ellas también viajaban ocho migrantes marroquíes y llegaron a bordo un domingo por la mañana, también a través de Horcas Coloradas.
La segunda, según la Comandancia de Melilla, lo hizo alrededor de la 1.40 horas de la madrugada. En este caso se trataba de un pesquero con matrícula marroquí en el que viajaban 18 personas y que impactó contra la escollera del Dique Sur.
La llegada de pateras a Melilla es una constante. Del 1 de enero al 15 de este mes de noviembre han llegado a la ciudad autónoma 144 migrantes en 28 embarcaciones frente a los 21 que lo hicieron entre tres pateras en el mismo período de 2021. Es un aumento del 585,7%, según datos del Balance de Inmigración del Ministerio del Interior.
Por vía terrestre también se han incrementado las llegadas a Melilla, aunque en menor medida (un 11,2%). Hemos pasado de 1.049 entradas por tierra en 2021 a 1.167 hasta el pasado 15 de noviembre.
La vía marítima ha sido muy recurrida por migrantes económicos, especialmente de Marruecos y Argelia, desde que la frontera de Beni Enzar se mantiene cerrada a aquellas personas que no tienen permiso de circulación en la zona Schengen.
Devolución en frontera ya!!.
Por eso deberían haber controles de documentación por la calle y a diario. Marruecos es tope guay, pero en cuanto pueden los marroquíes se escapan como ratas de marruecos, y llegan a una ciudad ocupada para buscarse la vida, porque en Marruecos se está muy bien. Controles de identidad y expulsión, no entra ni un Danone.