La Feria del Libro echó el cierre ayer con la última jornada de venta de libros en la zona peatonal de la calle General O’Donnell. Libreros y editores hicieron un balance positivo tanto a nivel de ventas como de participación de lectores e implicación de la Consejería de Cultura en el desarrollo de todo el evento literario.
José Carlos Ballester, de la Editorial Almuzara, se mostró más que satisfecho con los resultados. Aseguró que la experiencia fue “muy buena” y “similar a la del año pasado”, aunque como aspecto diferenciador y enriquecedor señaló las presentaciones de los autores Manuel Pimentel y Emilio González Ferrín. Ambos escritores publican sus últimos volúmenes con esta editorial y sus coloquios en la sala de ensayos en el Teatro Kursaal-Fernando Arrabal permitieron incrementar las ventas. “Vendimos más durante las presentaciones que en la misma caseta”, explicó.
A modo de apunte para tener en cuenta para la próxima edición, Ballester consideró que alargar la Feria del Libro hasta el domingo no era necesario. “El año pasado el domingo ya no estuvimos. Éste sí, pero creo que no hay público suficiente como para mantener las casetas este día”, comentó.
Por su parte, Fran Álvarez, dueño de La Librería, resaltó la “alta” participación y asistencia de los melillenses a lo largo de los días de feria y su interés tanto para la literatura infantil como la de adultos. Este librero afirmó que esta edición “es la mejor de todas” en las que ha participado y destacó especialmente “detalles por parte de la organización que pueden parecer una tontería pero no lo son. El toldo es un acierto que ha aliviado el sol en la feria”.
Preguntado sobre qué mejoraría de cara al año que viene, dijo que tenía que pensarlo, al considerar que el desarrollo de este año fue “muy bueno”. En este sentido, animó a seguir trabajando para impulsar la cultura y la literatura entre todos los públicos.
Los lectores
Emilio dejó para última hora su visita a las casetas y se sorprendió gratamente al encontrar libros “muy interesantes” y “muy baratos”. Aunque inicialmente no tenía idea de comprar ninguno, al final se decantó por dos, uno sobre anatomía para su hijo, que es cirujano, y otro sobre dinosaurios, para su nieto. “El de dinosaurios es espectacular porque sé que a mi nieto le gustan y en este se ven los animales en plan gigante. El de anatomía es una ganga por el grado de detalle que presenta y porque aquí está a 40 euros cuando suele valer entre 150 y 180 euros”, apuntó.
Musa visitó los puestos con su hijo Alan. “Estoy buscando un libro para él. Es mejor lector que yo e intento incentivar que lea; a ver si ahora en verano tiene más tiempo”, explicó. Por su parte, el menor se mostró muy interesado por un libro de aventuras. “Me han recomendado uno que es parecido a ‘El diario de Greg’, que no saldrá hasta diciembre y estoy desesperado a ver si consigo leer otro interesante”, dijo Alan.