Jesús es un policía destinado en la frontera que logró salvar la vida de un niño de cuatro años
Jesús no es un policía más. Es un héroe. El pasado sábado templó sus nervios y logró practicar a un niño de 4 años la maniobra de Heimlich. Le salvó la vida. El pequeño se había atragantado con una moneda y agonizaba. Tras la intervención del agente, el pequeño consiguió vomitar y reaccionar.
Este policía sabe muy bien el miedo por el que pasa una familia cuando ve que un hijo se atraganta y no tiene forma de respirar. Jesús tiene una hija, ahora con seis años, pero cuando tan sólo tenía dos se tragó un trozo de gominola y sufrió mucho al verla sin poder coger aire ni expulsar esa golosina.
Después de ese suceso, buscó información y cursos para estar preparado por si volvía a pasar. Su interés y su inquietud por conocer formas de evitar que una persona se atragante le salvó la vida al pequeño marroquí al que asistió hace seis días en la frontera de Farhana. En la Policía se imparten talleres de primeros auxilios a los agentes, pero sin duda, el incidente que vivió en su hogar le sirvió para profundizar en el tema.
Actuar rápido
Jesús explica que acababa de llegar para incorporarse a su turno cuando escuchó los gritos de una mujer. Salió para ver qué pasaba. Una mujer pedía ayuda con un niño en brazos que no se movía. Ella le dijo que se había tragado una moneda y que no podía respirar. Este policía sabe lo importante que es en estos casos actuar con rapidez y se dispuso a coger al pequeño para practicarle la maniobra de Heimlich.
Mientras ponía su mano derecha entre el ombligo y el esternón para presionar con la fuerza justa rezó. “Le supliqué a Dios ayuda para que al niño no se le parara el corazón”, afirmó.
Tenía agarrado al niño con la mano izquierda y con la otra presionó en varias ocasiones hasta que el pequeño reaccionó. Comenzó a vomitar y empezó a moverse, señaló. En esos momentos fue cuando llegó la ambulancia.
Un guardia civil que estaba junto a él en la frontera de Farhana fue quien avisó al 061, que tardó pocos minutos en llegar al paso fronterizo.
Regalo de Navidad
Jesús destacó el gran trabajo de los sanitarios que atendieron a este niño de cuatro años. Les felicitó por su labor, pero ellos también le llamaron por teléfono para agradecerle su ayuda, sin la cual el pequeño podría haber fallecido.
Ahora espera poder volver a ver al pequeño. Tiene sus datos y quiere comprarle un buen regalo de Navidad y cree que quizás pueda dejarlo en la Delegación del Gobierno para que los padres del niño lo recojan.
Jesús también estuvo en el hospital el día del incidente. Allí conoció a la madre del pequeño, que estaba muy emocionada aunque no pudo comunicarse bien con ella porque no sabía castellano, así como a la mujer que pidió ayuda en la frontera que era la tía del niño.