La Policía halló un destornillador escondido en una papelera cuando detuvo al acusado
La Fiscalía de Melilla reclama un año de prisión para un joven acusado por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa. Según sostiene en su escrito, el individuo intentó robar en el interior de una furgoneta que permanecía estacionada en la calle Músico Granados, frente a la Gota de Leche. Con este propósito, el procesado rompió el cristal de la puerta trasera, de acuerdo con lo expuesto por la fiscal en su acusación. Además, cuando fue detenido, la Policía localizó un destornillador escondido en una papelera próxima.
Los hechos supuestamente tuvieron lugar el 26 de enero de este año sobre la una de la madrugada. En el juicio, que se celebró el pasado jueves en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, el procesado negó que hubiera tenido algo que ver con el robo que se le imputa. El joven reconoció que aquella noche pasó por la acera en la que se produjo el forcejeo de la furgoneta, pero apuntó que era porque iba de vuelta a su casa después de haber estado visitando a su hermana.
“El agente de la Policía Local que me detuvo me dijo que en la Gota de Leche había cámaras que me habían grabado y yo le dije que viesen las imágenes, que yo no había robado nada”, sostuvo el procesado. Según apuntó, cuando los funcionarios lo encontraron, él estaba sentado en un banco fumándose un cigarro. “Cerca encontraron un destornillador en de una papelera, pero no era mío”, agregó. Según apuntó, se quedó sorprendido porque le aparecieron “unos veinte policías” acusándolo de un robo.
Descripción recibida
Por otro lado, un policía expuso que las característica del procesado y la vestimenta que llevaba coincidía plenamente con la que describió un testigo que dio aviso a la Policía Nacional. “Nos dijeron que llevaba un pantalón gris, una sudadera negra con capucha y que era un hombre alto”, recordó el agente.
Según señaló, él y su compañero vieron al encausado muy cerca del lugar en el que tuvieron lugar los hechos cuando iban en el vehículo policial. “Cuando lo conseguimos alcanzar estaba sentado al lado de una papelera en la que había un destornillador”, manifestó el funcionario ante la magistrada.
El policía insistió en que a esa hora no vieron a ninguna otra persona por esa calle, ya que era de madrugada. Eso sí, aclaró que no vio al joven forzando el coche. Tampoco lo vio arrojando el destornillador a la papelera en la que lo encontraron. “Vimos un gesto, pero no puedo decir que lo haya visto tirándolo”, expuso el agente.
Un testigo de los hechos, que había sido citado para declarar, no compareció al juicio. Ante su ausencia, las partes decidieron renunciar a su testimonio.
La representante del Ministerio Público subrayó que había pruebas de cargo para rechazar la presunción de inocencia del encausado. Por este motivo, pidió el dictado de una sentencia condenatoria con una pena de un año de prisión por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa, ya que el procesado no llegó a sustraer nada del interior de la furgoneta.
La defensa, por su parte, solicitó la libre absolución del joven e insistió en que la acusación estaba basada en “meras sospechas”, ya que no había pruebas incriminatorias.
La magistrada titular del Juzgado de lo Penal 2 dejó el caso visto para dictar una sentencia.