El acusado reconoció los hechos ante la juez
La titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla ha condenado a un individuo a una pena de dos años de cárcel. Así se pronunció la magistrada después de que el acusado reconociera este miércoles en sala que había cometido sendos delitos de robo con fuerza continuado y de resistencia a la autoridad. De este modo, el procesado admitió los hechos, tal y como estaban expuestos en el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. Según se describía en el mismo, el hombre forzó dos vehículos distintos y se resistió activamente a su detención, llegando a empujar a un agente de la Policía Nacional en el transcurso de la misma.
Estos hechos tuvieron lugar entre las 19:00 horas del 19 de marzo de 2017 y las 04:15 del día siguiente. Según la acusación, el individuo forzó la pestaña de la ventana trasera de un Mitsubishi que estaba estacionado en la plaza La Goleta, en el Industrial. De su interior sustrajo una radio, unas gafas de sol y un pase de AENA, entre otros artículos. Los objetos robados ascendían a la cantidad de 150 euros, mientras que el destrozo en el coche se tasó en unos 170 euros.
En la madrugada siguiente, el encausado se dirigió a la calle Comandante Aviador García Morato, donde fracturó la ventana de otro automóvil que permanecía allí estacionado. Del mismo sustrajo dos gafas de sol, una radio y un disco de música. Entre los daños ocasionados al coche y los elementos robados, la cuantía económica asciende a 650 euros.
Avisan a la policía
La alarma de este segundo vehículo saltó cuando se fracturó la ventana, por lo que su propietario se percató inmediatamente de que estaban robando en el mismo. Según consta en el escrito acusatorio de la Fiscalía, el dueño del coche vio cómo el encausado salía de su automóvil.
La Policía Nacional logró detener al procesado después de que el perjudicado avisase del robo y diera una descripción del ladrón. Tras ser identificado, el procesado, que llevaba encima una navaja, se abalanzó contra uno de los agentes. El policía, para quitárselo de encima, lo empujó y el encausado cayó al suelo. Finalmente lo detuvieron, aunque este se resistió activamente.
El inculpado, además de cumplir una pena de dos años de prisión por estos hechos, tendrá que abonar una multa de 1.620 euros y los daños ocasionados en los dos vehículos forzados.
“No tengo trabajo, ¿cómo voy a pagar?”, preguntó en el juicio a la magistrada. No obstante, se mostró de acuerdo con los términos de la pena solicitada para él por el Ministerio Público. Finalmente, la juez declaró en la sala la firmeza de la sentencia condenatoria.