Parece que a los melillenses les ha pillado el toro este año a la hora de realizar las compras de Reyes. Sólo así se explica que en los últimos días las ventas en los comercios de la ciudad hayan experimentado un notable repunte, situación muy alejada de la que se vivió antes de Navidad, cuando el centro ofrecía una imagen más apagada y gris. Con el 2014 recién estrenado, los Reyes Magos se han puesto las pilas para tenerlo todo listo antes de esta noche.
El presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, manifestó en la jornada de ayer a El Faro que se ve “más alegría” en las calles y eso se está notando para bien en caja. Con el incremento de las ventas, muchos empresarios afrontan la temida ‘cuesta de enero’ con mayor optimismo que hace unas semanas.
¿Qué ha cambiado en los últimos días para que los melillenses inunden ahora las tiendas? La única explicación para Alcoba es que los consumidores lo han dejado todo para el último momento. La zona centro fue ayer un continuo vaivén de compradores cargados de bolsas. La llegada de la víspera de Reyes ha pillado a más de uno sin regalo y las prisas mandan, siendo el gran beneficiado el sector del comercio.
Las tiendas afrontaban esta campaña navideña con luces y sombras en el horizonte. En el lado positivo estaba el regreso de la paga extraordinaria para los funcionarios. Los comerciantes tenían buena parte de sus esperanzas puestas en que los empleados públicos se animaran a comprar más que el pasado año, cuando no contaron con esta bonificación, lo que provocó que las ventas se congelaran. Parece que, aunque tarde, el colectivo se ha apretado menos el cinturón estas navidades y no se lo ha pensado tanto a la hora de rascarse el bolsillo para darse un capricho. Además, las calles están llenas de jóvenes universitarios que han regresado de la península a casa a pasar las fiestas navideñas, lo cual también es positivo para el sector.
Puntos negativos
En lo negativo está la falta de estacionamientos en el centro. Alcoba insistió en que el retraso en la apertura de las parkings de Isla Talleres y Cruz Roja ha sido un jarro de agua fría para los comercios. Es una realidad que la mayor parte de los melillenses acuden al centro en coche y en fechas como éstas suelen formarse embotellamientos. En opinión del presidente de Acome, muchos clientes se aburren de dar vueltas sin encontrar aparcamiento y optan por volver a casa. Pese a que desde Seguridad Ciudadana hicieron un llamamiento para que se usara más el transporte público durante las fiestas para evitar atascos, parece que los consumidores siguen prefiriendo el vehículo privado a cualquier otro medio.
Otro escollo con el que se ha topado el sector del Comercio estas Navidades es con el éxodo de clientes a la península. El problema viene de lejos. Muchos melillenses optan por aprovechar una escapada para comprar los regalos de Reyes, algo que afecta negativamente a las tiendas de la ciudad autónoma. Poco o nada se puede hacer para frenar esta tendencia. Se ha vuelto a desarrollar la campaña de concienciación para que se consuma en tiendas de la ciudad, pero parece que no ha surtido el efecto deseado. No obstante, las ventas han crecido en el último tramo de las fiestas navideñas y los empresarios están satisfechos con este balón de oxígeno que les llega después de un año duro y marcado por la crisis. Hay que tener en cuenta que lo recaudado estos días puede triplicar lo ganado en un mes normal y corriente, aunque esas ventas sirven para soportar los meses de enero y febrero, cuando el consumo cae en picado.
Pese al mal comienzo de la campaña navideña, la llegada de los Reyes de Oriente ha supuesto un repunte en las ventas. Los comercios de Melilla tendrán trabajo hoy hasta última hora para que los rezagados puedan comprar sus regalos.