Los churros con chocolate se han convertido en un indispensable en la Feria. El Faro ha hablado con Lorena, que trabaja en el puesto de churros de la Feria de Melilla para comprobar cuáles son los más vendidos y el proceso de elaboración.
Los churros se comienzan a hacer por la mañana, para que al llegar la tarde estén listos, comentó Lorena a este diario. Los melillenses, reconoció la dependienta, son más de consumir esta comida por la tarde. Sobre todo, las familias suelen ir a merendar, aunque también hay clientes rezagados que vuelven de estar de fiesta en las casetas y quieren terminar la noche con algo dulce.
En este puesto de la feria venden churros, porras y churros rellenos. Según el lugar donde se instalan, suelen vender más uno de estos tres. En Melilla, aseguró la trabajadora, las porras son las reinas del puesto. Y para diferenciar aún más a Melilla del resto de ciudades, aquí los churros también se acompañan de té, no solo de chocolate caliente.
"A mí me gustan los dos, los churros y las porras", reconoció Carmen. Esta melillense vive en Mallorca, pero no se pierde una Feria. Para acompañarlos, el té o el chocolate le gustan por igual.
Ella estaba en el puesto de churros junto con su amiga Adela. "En una Feria no pueden faltar los churros, ni las porras ni los malagueños", dijo Adela. Los churros rellenos también había tenido la oportunidad de probarlos. "Están buenísimos", dijo. Todo lo contrario a lo que opinó Carmen.
Adela prefiere las porras. "Están muy hermosas", aseguró. Para mojarlos, el chocolate le va más que el té, explicó esta melillense.
En esta churrería había muchos niños disfrutando de su merienda. Algunas como Lina estaba encantada con sus porras con chocolate. Lo mismo le ocurría a Sofía. "Me gustan muchos los churros", dijo esta pequeña, aunque ella prefiere las porras con chocolate también.
Como bien había dicho la empleada de esta churrería, en Melilla gustan más las porras y esto se nota. No solo en los niños sino en las personas de todas las edades.
"A mí me gustan más las porras", comentó Antonia. Esta melillense no puede decantarse entre mojar los churros con chocolate o con té. "No pueden faltar los churros en un día de feria", reconoció. A ella le gusta reponer fuerzas después de estar toda la tarde en las casetas. "Después de las casetas lo mejor es venir a comerte unos churros con té o con chocolate", añadió.
A pesar de que los churros gustan a todos, hay quien tiene que privarse de ellos por salud, aunque un día es un día. Es lo que le ocurre a Eduardo.
Este melillense estaba degustando unos churros con té. "Como estoy ya mayorcillo uno no puede comer tanto para mantener la línea" , aseguró. Aunque le gustan más las porras, prefiere comer churros. "Para la línea las porras tienen más peligro", mencionó, aunque reconoció que las porras están "más sabrosas".