El belén del Foso del Hornabeque recibe la visita de centenares de personas. Recuerda a un Nacimiento tradicional.
El túnel conduce a un lugar desconocido. Unos edificios con un gran cartel dan la bienvenida. Tras pasar el arco de ‘piedras’ aparece ante nuestros ojos la ciudad de Belén. Un lugar lleno de vida gracias a su mercado. Panaderos, artesanos y mercaderes están afanados en sacar adelante su trabajo sin darse cuenta de hay centenares de ojos que les ‘vigilan’. Los soldados romanos también andan por la zona. Algunos pasean entre los visitantes, otros miran al infinito mientras protegen las murallas. Un castillo enorme da cobijo al dirigente romano de la comarca, un tal Herodes. Éste está sentado a la mesa a punto de empezar a comer. Pero el paseo no acaba en esta ciudad. Ese no es el objetivo de quien creó estos muros. Hay que encontrar a un recién nacido que dicen que es el Hijo de Dios. La plaza del pueblo, con un gran pozo, señala donde acaba el bullicio y el gentío de los mercaderes. Más allá sólo hay establos y refugios para los pastores. Pero es allí donde está ese bebé llamado Jesús. Entre la mula y el buey, María, José y los Reyes Magos, el niño sonríe sin descanso. Está en un lugar hermoso, pero no por sus lujos. El Niño Dios ‘nació’ entre los muros de Melilla La Vieja.
Este año el Belén del Foso del Hornabeque ha dado un giro completo en cuanto a su diseño. Es más artesanal, como el que puede hacer uno en casa con papel continuo y un poco de imaginación. Todo es más realista que años anteriores y además, hay un elemento que está presente en todo el recorrido del belén: El agua, una alegoría de la vida que comienza. Encontramos, por primera vez desde que se realiza esta representación del nacimiento de Jesús, un molino de agua, un gran pozo situado en la plaza de Belén y una cascada que cae de las rocas del portal en el que el Hijo de Dios es adorado.
Como todos los años, los animales de la Granja Escuela comparten protagonismo con el Nacimiento. Gallinas, burritos, conejos, pavos reales... Hay todo tipo de animales en este belén y los más pequeños disfrutan viéndolos tan cerca, sobre todo, con los patos que hay en el fondo de estos muros de El Pueblo, donde se ha situado un gran lago.
Centenares de melillenses pasearon ayer por esta recreación de Belén. Fue el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, quien inauguró ayer esta exposición junto a varios miembros de su equipo de Gobierno. El vicario episcopal Roberto Rojo leyó varios párrafos de la Palabra de Dios y bendijo este belén. Rojo deseó a los cristianos que este Nacimiento, así como los que tienen en sus hogares, les recuerden el auténtico significado de la Navidad.
Imbroda destacó, tras la visita, que es uno de lo belenes “más bonitos” que hay en España y agradeció a las más de 40 personas que han estado trabajando en él su esfuerzo durante días.
El viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, resaltó, además del cambio de recorrido por este belén, que habrá todos los días un grupo de figurantes vestidos de romanos. Los horarios de visita son de 10:30 a 14:00 y de 17:00 a 22:30 horas. A partir del 20 no se cerrará a mediodía.