Las asociaciones humanitarias sugieren a este colectivo reclamar protección internacional en cuanto entran en Melilla, pero los inmigrantes que ya están en el CETI les advierten de que “es un engaño”.
Hace una semana que la nueva oficina de asilo de Beni Enzar abrió sus puertas. En tan sólo siete días, estas instalaciones han dejado al descubierto parte de la idiosincrasia que rodea al colectivo de inmigrantes que más solicita este tipo de protección internacional, el de los sirios.
En cuanto estas personas llegan a Melilla, por norma general usando pasaportes marroquíes, miembros de ONGs les aconsejan que pidan asilo en el menor tiempo posible. Buena parte de los inmigrantes hace caso a estas asociaciones y se dirige de inmediato a las instalaciones de Beni Enzar. Sin embargo, no siempre se les puede atender ese mismo día, por lo que son enviados al Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) para que hagan el trámite al día siguiente, según explicaron a El Faro fuentes de la Unión Federal de Policía (UFP).
Sin embargo, en el CETI sus propios compatriotas desaconsejan a los sirios que pidan asilo, asegurándoles que se trata “de un engaño”. Con esto, los residentes del centro les advierten de que si presentan su solicitud no podrán abandonar España por un periodo de tiempo, algo que va en contra de la intención de muchos de estos inmigrantes, que tienen como destino final otros países de la Unión Europea (UE).
Por ello, a lo largo de esta semana se han dado casos en los que nacionales de Siria han acudido a Beni Enzar a pedir asilo sin poder ser atendidos. Al día siguiente, se niegan a presentar su solicitud alegando que “ya están en España”, según las citadas fuentes.
Salida de Melilla y España
De esto se deduce que este colectivo pide asilo, en buena parte de los casos, por temor a ser expulsado de la ciudad autónoma. Sin embargo, en cuanto entran en el CETI y hablan con sus compatriotas, optan por no solicitar protección internacional y se limitan a esperar su traslado a la península para proseguir su viaje.
Por otro lado, existe la creencia entre estos inmigrantes de que el asilo ralentiza su salida de la ciudad autónoma, algo que han negado insistentemente desde la Delegación del Gobierno.
Vigilancia de las ONGs
“Los sirios consideran que no les conviene pedir asilo en Melilla. Temen no poder moverse de aquí en meses y, una vez en la península, no poder continuar su viaje a otros países de la UE. La mayor parte no se quiere quedar en España”, indicaron desde la formación sindical.
Por otro lado, desde la UFP señalaron que en los aledaños de Beni Enzar hay miembros de ONGs fiscalizando que los trámites de asilo se lleven a cabo de manera correcta.