A este diario no nos gusta ser noticia, no es habitual entre los medios que se consideran serios, pero ante las calumnias constantes que recibimos para perjudicar el prestigio y la seriedad de El Faro de Melilla, creado hace 21 años (diez menos que el Melilla Hoy), no nos queda más remedio que exigir a este periódico que rectifique las falsedades vertidas en su editorial del pasado martes, día 6 de octubre.
Llevamos 21 años ganándonos la confianza de los lectores día a día, gracias a la profesionalidad de nuestros trabajadores que se esfuerzan diariamente para ofrecer las noticias de Melilla con prontitud y seriedad. Nos vemos obligados a exigir una rectificación inmediata de lo publicado en ese editorial y de no hacerlo defenderemos nuestros legítimos derechos ante los tribunales.
Es temerario y poco riguroso por parte de un medio que pretende informar con seriedad y, por tanto, sujeto a la credibilidad, mentir, calumniar y difamar sin aportar pruebas que acrediten su acusación.
El Faro de Melilla está sometido, tanto en prensa escrita como digital, al control de OJD (Oficina de Justificación de la Difusión). Por tanto, nuestros datos están fiscalizados por dicho control.
Si crecemos, año tras año, es gracias a la confianza que depositan nuestros lectores y anunciantes, además de la voluntad de superación como empresa editorial que realizamos en beneficio de todos los melillenses. Confianza a la que respondemos con un esfuerzo constante y mejoras tecnológicas para estar en la primera línea de los diarios regionales.
Si el Melilla Hoy cree, como expone en su editorial calumnioso, que cuadruplican tanto las ventas como los lectores, afirmación que es rotundamente falsa, lo tienen muy sencillo: presenten los controles a los que nos sometemos todos los diarios de la prensa nacional, a través de OJD. El Faro de Melilla puede aportarlos ante los lectores y organismos oficiales (el Melilla Hoy no está sometido a ningún control como el resto de medios locales, provinciales, regionales y nacionales).
Señores del Melilla Hoy, nosotros realizamos periódicamente estudios encargados a prestigiosas empresas de investigación sociológica que nunca hemos publicado, porque siempre los hemos utilizado para conocer los deseos de nuestros lectores y mejorar nuestro diario.
Con sus ataques y mentiras nos animan a que las publiquemos, en concreto, las últimas realizadas en el mes de septiembre.
Pensamos que todavía no han asimilado, tras varias décadas de existencia de El Faro de Melilla, que los monopolios desaparecieron hace años, que existe libertad empresarial y libre competencia. Y la suya se llama El Faro de Melilla, creado hace 21 años.
Tienen la oportunidad de demostrar las afirmaciones vertidas en su editorial: “todos los estudios y datos, tanto oficiales como privados, muestran que el Melilla Hoy triplica como mínimo la audiencia de El Faro de Melilla”. Ponemos a su disposición nuestras páginas para que den publicidad a sus afirmaciones. Demuestren lo que dicen.
Editores del Estrecho, empresa editora de El Faro de Melilla, tiene su sede social en la ciudad de Melilla. Y la empresa matriz Joaquín Ferrer y Cia, editora de El Faro de Ceuta, desde 1934, la posee en la ciudad hermana. No crean que nos insultan con su coletilla constante y permanente cuando se refieren a El Faro de Melilla como un periódico de Ceuta. Al contrario, nos sentimos orgullosos de ser un grupo editorial, con más de 86 años de experiencia, siendo uno de los decanos de la prensa nacional.
Nuestro objetivo sigue siendo el de servir a los melillenses y a los ceutíes con nuestra información en las dos ciudades hermanas. Un logro que ustedes siempre desearon e intentaron aunque les faltó el suficiente valor.
Terminamos con una reflexión: la credibilidad se gana día a día, demostrando con seriedad las informaciones que se publican y se pierde en pocos minutos con gran facilidad cuando la información no se ajusta a la verdad y carece de rigor.
No pierdan más tiempo en calumniar y dedíquense a mejorar su diario, sus lectores se lo agradecerán.
Transcripción literal del burofax enviado por Editores del estrecho S.L. a Prensa de Melilla S.L. el 8 de octubre de 2020
Sres. Prensa de Melilla, S.L.
C/ La Espiga, nave A-1.
Polígono Industrial SEPES. Melilla.
Muy Sres. Míos,
En su edición del pasado día 6 de octubre de 2020, -tanto en edición impresa como digital-, publicaron una información de carácter falsario y no ajustada a la verdad, la cual atenta contra la imagen de esta empresa, editora del periódico El FARO de Melilla, diario local en versión impresa y digital.
En la referida edición ustedes afirmaron que El Faro de Melilla “compra seguidores” en la red social Facebook, con el propósito de adulterar los datos reales y desbancar al periódico que ustedes editan en tal espacio virtual.
Asimismo, ustedes afirmaban de forma temeraria que la mercantil que represento ha “inflado artificialmente sus seguidores de la noche a la mañana. Y es que los robots no sirven para dar vida a una página frente a otro”.
En la misma línea, manifiestan ustedes de forma dolosa que a El faro de Melilla le molesta que se le recuerde su “publicidad engañosa”, y que afirmamos “sin sonrojo, que es el medio más leído, sabiendo que mienten descaradamente porque todos los estudios y datos que existen, oficiales y privados, muestran que Melilla Hoy triplica como mínimo la audiencia de El Faro”.
Por medio del presente escrito ejercitamos nuestro derecho de rectificación frente a ustedes.
El artículo 20 de la Constitución Española consagra diversos derechos y libertades entre los que están los derechos o libertades de expresión (a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción) y de información (a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión).
A la vez dispone en este mismo artículo que estas libertades tienen su límite en el respeto a los derechos reconocidos en el Título I, en los preceptos de las leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia.
La Constitución exige que la libertad de información (información activa) y su reverso, el derecho de información (información pasiva), versen sobre información veraz,
En España se recogió este derecho en la Ley 14/1966, de 18 de marzo, de Prensa e Imprenta, de la que se mantienen algunos artículos sin derogar. Este derecho ha sido desarrollado después por la Ley Orgánica 2/1984, de 26 de mayo, reguladora del derecho de rectificación.
En su artículo 1 dispone que toda persona natural o jurídica tiene derecho a rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social de hechos que le aludan, que considere inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio. Pueden ejercitar este derecho el aludido, su representante, sus herederos o los representantes de estos.
En ejercicio de este derecho le requerimos para que, de forma inmediata, se rectifique la información publicada por ustedes, en los siguientes términos:
“El Faro de Melilla no ha utilizado medios artificiales de manipulación de datos de seguidores en redes sociales y , específicamente, no lo ha hecho en la red social Facebook.
Igualmente, cabe manifestar que El Faro de Melilla no ha afirmado, en ningún momento, que sea el medio más leído en ninguna versión.
Asimismo, es incierto que El Faro de Melilla adultere los resultados, parámetros, estadísticas, técnicas de seguimiento, control, auditoria o filtro de actividad en ninguna red social, ni afilie seguidores o lectores de forma artificial o automatizada, ni lo haga en detrimento de otro medio de comunicación o en beneficio propio.
El Faro no utiliza, tampoco, publicidad engañosa frente a los controles de dichas redes sociales, ni ante los lectores de los medios de comunicación locales.”.
Le indico que, según nuestro ordenamiento jurídico, ustedes deberán publicar y difundir íntegramente la rectificación dentro de los tres días siguientes al de su recepción, con relevancia semejante a aquella en que se publicó o difundió la información que se rectifica, sin comentarios ni apostillas.
Si en los plazos señalados no se hubiera publicado o divulgado la rectificación o se hubiese notificado expresamente por ustedes que aquélla no será difundida, esta parte ejercitará la acción de rectificación ante los Juzgados de Primera Instancia de esta ciudad, en defensa de nuestros derechos e intereses, con los perjuicios que ello pudiera irrogarles.
Atentamente,