Aún faltan dos años para las elecciones locales, pero a la vuelta de la esquina están las europeas. El próximo año los ciudadanos utilizaremos las papeletas de elegir eurodiputados como soporte para dictar sentencia sobre la política nacional y local. Esta ‘macroencuesta’ que son los comicios para elegir representantes en Bruselas servirá como indicador de cuál puede ser el color mayoritario del voto un año después, cuando haya que premiar o castigar primero a la mayoría de gobiernos autonómicos y luego al Ejecutivo central. El resultado de esos ‘eurocomicios’ pesará como una losa o será una bombona de oxígeno para el partido político en el poder. Ahí reside la importancia política de unas elecciones a un parlamento tan lejano para los ciudadanos como es la Eurocámara y ahí puede estar parte de la explicación a la tensión que se vivió en determinados momentos ayer en la Asamblea. Sin duda también influenciaron los acontecimientos judiciales que han protagonizado el debate político en los últimos días.
En cualquier caso, los inesperados y puntuales rifirrafes que tuvieron lugar en este pleno extraordinario parecen un adelanto de lo que nos espera de aquí en adelante. La búsqueda del entendimiento entre el Gobierno local y el principal grupo de la oposición que ha protagonizado la primera mitad de la legislatura da la sensación de haber llegado a su fin. Lo que se adivina ahora es una vuelta al escenario político anterior a los comicios de mayo de 2011. La constatación de si esto es así o si lo vivido fue consecuencia de que la mayoría de diputados se había levantado ayer con el pie izquierdo, lo podremos comprobar en el Pleno de Control de pasado mañana. Este jueves tendremos ocasión de ver por dónde van los tiros. En cualquier caso, al margen de la postura que adopten los diputados de CpM, lo que está fuera de dudas es que PP, PSOE y PPL no nos privarán de su habitual cruce de dardos envenenados.
El escenario político en Melilla, en lo que se refiere a relaciones entre Gobierno y oposición, se ha vuelto más inestable tras la vuelta de las vacaciones. El ambiente está más revuelto este curso, que terminará con la reválida en las Elecciones Europeas. Sin embargo, el examen final no llegará hasta dentro de casi dos años, en mayo de 2015. Antes los juzgados se convertirán en un importante escenario de la vida política en nuestra ciudad. El próximo verano es previsible que comience el juicio del caso del ‘voto por correo’, una investigación judicial donde los principales imputados son los máximos dirigentes del PSOE y CpM. Por cierto, el líder de este último partido, Mustafa Aberchán, amenazó el pasado jueves con una demanda o querella contra El Faro. Aún no ha llegado a este periódico ninguna notificación del juzgado.