A los comerciantes de la Avenida Europa, próxima al paso fronterizo de Beni Enzar, no paran de lloverle problemas. El último contratiempo de estos empresarios ha sido una notable caída en las ventas que se producen en la recta final del Ramadán, cuando los musulmanes realizan grandes compras para festejar el fin del sagrado mes de ayuno.
El portavoz de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) en la zona, Abdelkader Abdeselam, explicó ayer a El Faro que las grandes colas que se forman con la Operación Paso del Estrecho (OPE) provocan retenciones en la Avenida Europa, lo que impide que los clientes puedan aparcar para realizar sus compras.
“Está toda la calle colapsada”, resaltó. “Las retenciones son kilométricas y nadie puede estacionar para comprar”, lamentó. Asimismo, el vocal de Acome apuntó que los viajeros de la OPE apenas compran antes de pasar a Marruecos. “Tienen toda la prisa del mundo por ponerse en la cola y pasar la frontera cuanto antes. Nadie se baja a comprar”, subrayó.
La situación es más sangrante teniendo en cuenta “el mal uso” que se da a los estacionamientos rotatorios que instaló hace un par de meses de la Consejería de Seguridad Ciudadana para la utilización exclusivode los clientes. Abdeselam señaló que no hay control alguno sobre estos aparcamientos. “Muchos dejan su vehículo y pasan la frontera andando para no volver en todo el día”, criticó. “Además de fastidiarnos, les tenemos que vigilar el coche”, ironizó.
Sobre las nuevas plazas prometidas por la Consejería, el portavoz de Acome afirmó que todo ha quedado en papel mojado. “Nos lo dijeron hace un par de meses y aquí no han puesto absolutamente nada. Es una ruina”, apuntilló.
Piden mayor limpieza
Por otro lado, el portavoz de Acome señaló que la remozada parte de la Avenida Europa que se abrió hace meses, la más próxima al paso fronterizo de Beni Enzar, se ha convertido “en un depósito de basura”. En palabras de Abdeselam, la zona “no cuenta con mantenimiento alguno” y acumula suciedad “un día tras otro”.
“Nadie está disfrutando de ese nuevo espacio. Está lleno de mugre y de desperdicios, da muy mala imagen”, aseguró. “No comprendo por qué lo tienen así”.
Por otro lado, señaló que la parte que aún continúa en obras “está tardando más que el Canal de Panamá”, lo cual también perjudica a los comerciantes, al no haber suficientes plazas de aparcamiento para los clientes.