El presidente de Unitaxi Melilla, Mohamed Lamrani, cifra en “más de 250, fijo, quizá 300” el número de “vehículos con destino que ejercen la actividad de transporte público ilegal”, expresión con la que se refiere a los conocidos popularmente como taxis piratas.
Frente a los 60 taxis que están legalmente establecidos en la ciudad autónoma, Lamrani asegura que lo han denunciado en varias ocasiones y que "la Policía Local lo sabe”. De hecho, él afirma que, cada vez que ve uno cargando, llama a la Policía, que es conocedora del asunto, pero el problema, según dice, es que, cuando llegan los agentes, además de que no dan “abasto”, “si no están cargando, no pueden hacer nada”. Algunos pasan “desapercibidos”, pero, incluso a los que no, aunque hay ocasiones en que sí los pillan in fraganti, pero quienes ejercen esa actividad “compran el coche a nombre de otra persona” para esquivar la ley. Es más, Lamrani asevera que hay “hasta coches marroquíes ejerciendo transporte ilegal”. Sus protestas, lamenta, “no sirven de nada”.
El presidente de Unitaxi ubica a estos vehículos ilegales por el Rastro, por Torres Quevedo, por Mercadona, por el centro comercial y en la Avenida de Europa, en la zona de la ITV y la frontera, allí “sentados con sus riñoneras”. Lamrani detalla que estos conductores se colocan en una cafetería que hay cerca del taller de Toyota. “Allí aparcan los coches y ofrecen el servicio a las personas que salen”, apunta Lamrani, quien añade que “se ponen en los sitios donde se mueve la gente y van cambiando de coche”. En la frontera, “alguno incluso se atreve a meterse en la zona de seguridad de la Policía a captar a la gente ahí y se los llevan andando adonde tienen el vehículo”, explica Lamrani.
“Esto es una enfermedad, un cáncer”, prosigue el representante de los taxistas melillenses, quien afirma que hacen viajes de varias personas a quienes “dejan el viaje más barato, pero sin tarifa”.
Lamrani insiste mucho en que no le “gusta” llamarlos taxis piratas y lo explica así: “Taxi es el que tiene licencia y el resto son vehículos particulares que ejercen la actividad ilegal de transporte de personas”.
Preguntado acerca de qué solución ve, responde que la solución no la tengo él, sino la Administración, que son los que hacen las leyes. “Nosotros lo que hacemos es, cuando vemos una actividad ilegal, denunciarla, pero erradicarla no está en nuestra mano”, indica Lamrani, quien, con otra imagen, reitera que estos taxis piratas son “un virus, o como una gangrena que te sale por un lado y se expande por otro”. Al respecto, cree que “no es concebible que un taxi pague sus impuestos y venga uno con un coche particular de 200 ó 300 euros y se ponga a ejercer una actividad ilegal”.
Se trata de una actividad ilegal que “claro que afecta” a los taxistas que están regulados, y también al servicio de autobuses, concluye Lamrani.
No tantos taxis piratas
Según las cifras de la Policía Local, sin embargo, el número de personas que se dedican a esa actividad ilegal podría rondar los 50 ó 60, “tal vez alguno más que pueda no estar controlado”, pero estas fuentes creen que “250 es una cifra excesiva”.
La Policía Local admite que, antes de la pandemia y con la frontera operativa en su tránsito al cien por cien, sí se podía hablar de un cifra superior a 100 taxistas piratas, pero, matiza, “con el cierre de la frontera esa actividad prácticamente desapareció por completo”.
Actualmente, sin embargo, reconocen que se observa una “vuelta a las andadas” e insisten en que, aunque el número de los que operan no se conoce exactamente, porque “no hay un registro exhaustivo”, se ha establecido “un operativo de forma permanente que está trabajando en erradicar dicha actividad ilegal”.
Parada de taxis en Mercadona
Los taxistas solicitaron al consejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Hassan Mohatar, una parada junto a Mercadona, pero, de momento, no saben nada. En una conversación con El Faro, el consejero reconoció que se trata de un asunto que tiene que hablar con ellos.
La gente se busca la vida. Que creían que iba a suceder con esta terrorifica situación economía. Mejor que robar o pedir por la calle, aunque entiendo a los taxistas, ellos son los perjudicados. ¿Porque en Melilla casi no hay sectores económicos? No hay nada que pueda absorber esta mano de obra. Así que como tienen un vehículo pues trabajan con el como pueden. Apretar demasiado si ofrecer una alternativa es contraproducente, a buen entendedor....
Pues a joderse toca... Como otros tantos sectores de la ciudad que este señor ataca cuando a el le conviene..... O no se acuerda cuando quería meter los borregos???