El filial rojiblanco evidenció una notable mejoría con respecto a las primeras jornadas.
Bajo un tremendo aguacero que provocó que el terreno de juego estuviera muy rápido, el filial rojiblanco dejó claro que la mejoría que ha experimentado en su juego no se trata de un simple espejismo. Ante el Melilla, y siempre que el mal colegiado Fernández Rodríguez se lo permitió, el Almería B dio muestras de ser un equipo más compacto y sólido que en las primeras jornadas del campeonato.
Ello se debe al aporte de jugadores que poco a poco van ganando nivel y perdiéndole el respeto a la categoría. Ayer, por ejemplo, se produjo el debut en casa de un delantero africano que le dio el salto de calidad que el equipo necesita y que llevó el peso ofensivo de los almerienses mientras las fuerzas le duraron.
Tal fue así que a los dos minutos rozó el primer tanto con un disparo que se marchó fuera por poco, cuando se había regateado al portero. Instantes después el gol volvió a cantarse en unas gradas con buena entrada, pero la falta lanzada por Juanma se estrelló en el palo izquierdo de Dorronsoro.
Con un centro del campo seguro y que le estaba ganando la partida al melillense, el Almería estaba dando una imagen que para nada se correspondía con la posición que ocupa en la tabla.
Una galopada de Jesús Rubio mereció acabar en las mallas de Dorronsoro pero Juanma no llegó a su pase de la muerte por muy poco.
El colegiado, viendo que no estaba teniendo protagonismo, decidió buscarlo. Y lo consiguió. Sin que nadie entendiera a alcanzar el porqué, expulsó a Juanma y le dio la oportunidad al Melilla de venirse arriba. Los norteafricanos tan sólo inquietaron en dos remates de Amarito y Nacho Aznar, hasta que el trencilla quiso compensar y mandó a la caseta a Herreros por una entrada por detrás a Jesús Rubio.
Los de José María Salmerón habían hecho méritos más que suficientes para adelantarse y lo iban a conseguir al comenzar la segunda mitad. Gran pase en profundidad de Jonathan para César, que bate en su salida a la desesperada al meta melillense. Lo más difícil parecía estar hecho con el tanto. Sin embargo, la alegría tan sólo le duró diez minutos al filial, ya que Roldán aprovechó un despiste para hacer el 1-1.
Con tablas en el marcador, José María Salmerón y Andrés García decidieron mover las piezas de su banquillo en busca de la sorpresa. El Almería, como hasta el momento, siguió llevando el peso del partido ante un Melilla que se escondió en la cueva y buscó la velocidad. Poco a poco, el cansancio comenzó a pasar factura y los visitantes ya daban como bueno el punto, cuando más arreciaba la lluvia.
Al final, un nuevo punto que merecieron ser tres, pero la falta de gol está evitando que el equipo almeriense consiga poner más tierra de por medio con la zona de descenso. No queda otra que aplicarse.
Por su parte, la Unión Deportiva Melilla sumó un importante punto en un campo en el que va a ser muy difícil puntuar en los partidos que restan debido a la rápida adaptación a la categoría de los hombres de José María Salmerón que ya merecieron mucha mejor suerte en el anterior partido que disputó ante el líder, Real Murcia, y que por una jugada de auténtica mala suerte, a falta de dos minutos para el final, no pudo ser.
Los azulinos encaran, a partir de ahora, una serie de partidos ante rivales de menor potencial que, en principio, servirá para engancharse de manera definitiva a los puestos altos de la clasificación.
El próximo partido del Melilla tendrá lugar el próximo domingo en Álvarez Claro ante el Caravaca CF, en el que los unionistas, una vez más, tendrán la obligación de ganar.