Las jornadas siguen pasando y la UD Melilla no termina de arrancar para salir de la zona de descenso en la que continua una semana más. Ante el Cacereño el equipo de Currás mereció algo más que el empate, pero la falta de acierto en los metros finales volvió a pasar factura y a dejar en evidencia las limitaciones del cuadro melillense en ataque.
Los azulinos volvieron a dejar escapar dos puntos en el último partido del año en el Álvarez Claro, ante un rival directo en la pelea por la permanencia que se basó en el orden y en el dominio del “otro fútbol” para llevarse una excesiva recompensa. Si bien, el canon que pagó por ello fue demasiado elevado ya que para su jugador referencia en ataque, Plata, la temporada se ha acabado al romperse el tendón de Aquiles en una acción del juego. El goleador verdiblanco tuvo que ser retirado en camilla y trasladado al Hospital Comarcal de Melilla donde le confirmaron la lesión. La misma que lo tuvo en el dique seco el curso pasado a lo largo de toda la segunda vuelta.
Quizá por lo que había en juego el técnico gallego apostó una vez más por poner en liza un once cargado de experiencia y veteranía, dejando fuera de la convocatoria a jugadores como Braim y Borja López. Y una vez más, la apuesta le salió mal. El equipo tenía ganas de contestar a la últimas críticas recibidas, pero tendrá que esperar una semana más para hacerlo. La entrada de Koeman y Manolo dio otro aire al equipo, por lo que el técnico debería buscar soluciones que a lo mejor tiene dentro de su propia plantilla.
El partido resultó poco vistoso pero muy intenso. Ambos equipos tenían claro que la derrota podía dejarles muy tocado y cada uno, con sus armas, buscó salir airoso del envite. El Cacereño muy replegado y buscando el contragolpe con balones a Plata a la espera de la llegada de sus jugadores de segunda línea. La UD Melilla, que mejoró algo en su juego con respecto al último partido en casa, pudo encarrilar el choque en el primer tiempo pero estuvo perdida durante gran parte del segundo acto hasta que llegó la igualada cuando peor estaba.
Richi fue el primero en intentarlo tras unos primeros minutos de tanteo que parecieron calcados a los del duelo anterior frente al Arroyo. Sin embargo, los azulinos fueron mejorando con el paso de los minutos hasta hacerse dueños del juego.
Tras un disparo del visitante Valverde a las nubes, Pedro Conde pudo romper el cero a cero inicial con un durísimo golpeo desde la frontal que se marchó lamiendo el larguero del portal defendido por Vargas. Tres minutos después, en el 25, era David Sánchez quien, con todo a su favor, disparaba alto tras recibir dentro del área un balón en bandeja de Nacho Aznar.
Pasada la media hora de juego, de nuevo David Sánchez, muy activo en la mañana de ayer, dibujaba un pase interior que dejaba a Pedro Conde solo ante Vargas, pero el meta visitante ganó el mano a mano al delantero cordobés evitando otra clara ocasión de gol.
La UD Melilla tenía totalmente controlado el partido, pero una aproximación de los extremeños al área azulina acaba con la señalización de un libre directo prácticamente en el balcón del área. Plata, el goleador verdiblanco, ajustaba un tiro que tras golpear en la barrera cambiaba de trayectoria y se alojaba en las mallas de la portería defendida por Álvaro, que nada pudo hacer por evitar el gol.
El tanto, a poco del descanso, premiaba el acierto del Cacereño en su único disparo a puerta y castigaba en exceso la mala puntería de los locales. Aunque poco después el autor del gol tenía que abandonar en camilla el terreno de juego entre los aplausos del respetable que acudió al coso municipal.
Tras el paso por los vestuarios, el Cacereño salía más enchufado que la escuadra local, que no era capaz de encadenar dos pases seguidos. Currás decidía dar entrada a los canteranos Koeman y Manolo quienes darían otro aire al equipo. Así, un pase de Koeman sobre Sufian acaba con un disparo desde la frontal que se marchó alto.
El Melilla puso cerco al área extremeña y pronto llegaría el gol en un saque de banda que Richi ponía en juego como si de un córner se tratara. La pelota, tras una serie de rechaces, llegaba a Manolo, quien enganchaba un potente disparo que tras golpear en un defensor se estrellaba en el palo derecho de Vargas y el rechace lo aprovechaba el capitán Chota para establecer la igualada en el electrónico.
El goleador azulino pudo hacer el 2-1 tras recibir un pase medido de David Sánchez a la espalda de la defensa. Chota se escapó en velocidad, entró en el área, pero su disparo algo forzado por la oposición de un rival se marchó desviado.
El equipo melillense siguió intentándolo hasta el final, pero el marcador ya no volvería a moverse a pesar de que Valverde pudo agravar la situación en un disparo que se marchó muy alto tras un saque da banda.