En apenas unos días noviembre llega a su fin. Con la Navidad, una fecha tan señalada, a la vuelta de la esquina, El Faro se ha acercado al Mercado Central para comprobar cómo están llevando los melillenses la subida de los precios y si ya están empezando a comprar para estas navidades.
El incremento de los precios que está sufriendo Melilla, y el resto de España, es una realidad palpable que está afectando a la mayor parte de las familias. La cesta de la compra se ha encarecido, a pesar de contener los mismos productos.
Una subida que muchos melillenses llevan meses sufriendo y que todavía no termina de estabilizarse. Unido al incremento de la factura energética, la población se topa con una situación alargada en el tiempo y deben “apretarse el cinturón” todavía más.
Muchos de los productos de alimentación de primera necesidad han visto su precio duplicado a lo largo de estos últimos meses, siendo más caros que hace un año. Y, sin embargo, tal y como apuntan algunos ciudadanos: todo continúa subiendo, menos los sueldos, que parecen estar congelados.
Un tema con el que la población se encuentra muy sensibilizada y que no está dejando a nadie indiferente. Sin lugar a dudas, 2022 se ha planteado como un año duro para muchos hogares que han sufrido las consecuencias de los precios de la energía, las huelgas de los transportistas, el conflicto con Ucrania y la subida de la inflación.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señalan que, aunque el dato general del IPC bajó un 0,7% en septiembre, los alimentos han continuado subiendo hasta alcanzar, según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, un 14,4%.
La OCU señala que en sus estudios que este 2022 se ha producido la mayor subida en 34 años y el precio medio superior de los productos habituales que podemos encontrar en las cestas de la compra se ha incrementado al 15%.
Las legumbres y hortalizas frescas son un 4,1% más caras, la carne ha subido hasta un 2% y los lácteos y huevos otro 1%. Mientras que las frutas frescas sí que han experimentado un leve descenso en comparación con la época estival.
A pie de calle, la situación adquiere diferentes realidades. Hay personas a quienes les está afectando más y a hay a quienes menos, como ocurre siempre, pero una cosa está clara: no está dejando a nadie indiferente.
A pie de calle
Juan es un joven melillense que trabaja, vive solo y no tiene una familia que dependa de él. Sin embargo, al hacer la compra ha visto como el precio semanal de la cesta ha ido aumentando cada vez más durante este último año: de 30, a 40 y luego a 60 euros.
Normalmente suele comprar los mismos productos y va alternando cada semana. Son básicos de alimentación, de higiene y limpieza, y asegura que tiene pocos caprichos, “si un par de paquetes de pipas se les puede considerar capricho”. Sin embargo, esta última semana el ticket de la compra ascendía a la friolera cantidad de 80 euros.
“No puede ser”, decía este melillense. “Yo trabajo y vivo solo, pero las familias que tienen varios hijos y un solo sueldo, ¿qué hacen?”.
“Los precios siguen subiendo al alza”, señala Juan José, un melillense que se para a hablar con El Faro sobre la situación mientras hace la compra en el mercado.
Destaca que, tal y como señalaban los datos ofrecidos por la OCU, uno de los productos que ha bajado de precio en estos meses es el tomate. Aunque la hierbabuena, sin embargo, afirma que la está comprando ahora por 1,20 euros cuando antes era a 1, y “las patatas también han subido muchísimo”.
Lourdes también está comprando en el Mercado Central. Esta melillense cuenta a este diario que ahora mismo se encuentra en una etapa de su vida en la que está cambiando por completo su dieta y ya no compra ni pescado ni carne, por ejemplo. Pero eso no quita que no se haya dado cuenta de cómo se ha encarecido todo a la hora de hacer la compra. “Todo está subiendo”, dice.
Cree que la población debería echarse a la calle en modo de protesta para evitar que esta situación continúe a modo de “basta ya”. Pero, según apunta esta melillense, habría que hacerlo en un acto de silencio, “donde todas las señoras se colocarán con sus delantales, muy firmes y con mucho respeto”.
Los comerciantes consultados por El Faro aseguran que aunque hay productos que suben de precios, los clientes siguen acudiendo y comprando igual. Entienden que es la situación y que ellos poco tienen que ver en este incremento. “No se quejan. Ya son clientes de confianza y cuando vienen aquí, compran”, cuenta El Tito.
En su caso los tomates están a 1 euro, pero el precio va variando. El día anterior estaban a 90 céntimos. Explica a este diario que son subidas muy leves, pero que es una situación “normal” en el mercado. Sus clientes saben que “si sube, mañana lo bajo”.
Algunos melillenses tienen sus propios trucos para ahorrar en la cesta de la compra con estos tiempos tan complicados. Y es que si se llegan a planificar los menús semanales y se adapta la lista de la compra se puede llegar a ahorrar hasta un 20%.
Pillar las buenas ofertas y guardar reservas en la nevera o comprar productos de limpieza e higiene en formato ahorro, son algunos de los consejos. Aunque la mejor opción para ahorrar, según apuntan algunos melillenses, es comprar únicamente lo necesario y no excederse más allá.
La Navidad, a la vuelta de la esquina
Pero comprar lo justo y lo necesario es algo más difícil cuando hay días claves que están muy cerca ya. El encarecimiento de la cesta de la compra está afectando a algunos melillenses a los que les preocupa cómo van a disfrutar este año de estas fechas tan señaladas como es la Navidad.
Las calles de Melilla ya están comenzando a vestirse para estas fiestas. La bola de luces que se está instalando en la Plaza de las Culturas o el árbol que hay ya en la Plaza de España así lo indican.
Durante las fiestas siempre es usual comprar más cantidad de comida u otros productos “más exquisitos” que no se compran habitualmente porque son días para celebrar en familia. Por ese mismo motivo, y porque en esos momentos se congrega más gente de la habitual en los hogares, la Navidad siempre suele ser una fecha en la que de por sí se gasta más.
A esto hay que sumarle que cuando se acercan estos días y debido a la demanda, los productos también se encarecen, como es el caso del pescado y el marisco (los más solicitados en estas fechas).
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los precios pueden llegar a subir entre un 3 y un 30%, dependiendo del tipo de producto y el lugar. Este año, si suben más su precio de lo que está ahora, para muchas familias será todavía más complicado comprar carnes y pescados para preparar los platos navideños.
Por eso, cuando la temporada llegue va a ser inevitable comprar al precio que estén los productos. En ese momento “habrá que pagar” estén los precios como estén, tal y como señala Juan José. Y es que no va a quedar más remedio porque “celebrarla hay que celebrarla” a pesar de que va a ser más cara que la del año pasado.
“Habrá que hacer un esfuerzo” o “habrá que comprar y comer” son uno de los comentarios más repetidos entre los ciudadanos que han hablado con este diario.
Manuela es otra melillense que, aunque estas fechas va a seguir comiendo lo mismo que otros años, ya ha empezado a comprar algunos productos para ir guardándolo. El objetivo es simple: intentar ahorrar algo de dinero, porque “la cosa está mal”.
A pesar de que son muchos los alimentos que se han encarecido, ella destaca especialmente la carne. “Vienes a la carnicería y te dejas un montón de dinero”, dice. Una situación que se repite también en la frutería o en la pescadería, pero, aunque esté todo más caro, “hay que comer”.