La situación que atraviesa la aduana comercial que Marruecos se niega a reabrir ha sido el elemento de enfrentamiento político entre los dos grandes partidos nacionales.
Todo comenzó con una moción presentada por los populares en el Senado mediante la que se pedía obligar a los marroquíes a reabrir ese flujo comercial y permitir el régimen de viajeros.
La defendió la senadora del PP por Melilla, Isabel Morano, a la que posteriormente, la portavoz del PSOE en la Asamblea melillense, Elena Fernández Treviño, acusó de poner palos en la rueda de las relaciones entre los dos países. Y es que los socialistas votaron en contra de la moción que, a pesar de todo, fue aprobada gracias a la mayoría absoluta que el PP tiene en la Cámara Alta.
La reacción de Moreno no se hizo esperar y al día siguiente acusó al PSOE de estar más al lado de los intereses marroquíes que de los de Melilla. En un duro discurso político, la senadora expresó su preocupación por la postura del portavoz socialista en el Senado, quien, según la parlamentaria popular, llegó a decir que había que elegir entre inmigración ilegal o aduana comercial.
No contribuyó mucho a calmar las aguas las declaraciones en TVE del ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Según dijo, Marruecos va a cumplir con el compromiso adquirido en el tema de las aduanas y se analiza en estos momentos cuándo será más oportuna la reapertura.
Esta vez es la diputada Sofía Acedo la que acusa al ministro de “mentir” mientras el vicepresidente primero del Gobierno melillense, Miguel Marín, pedía a Albares que “deje de tomar el pelo” a los ciudadanos con afirmaciones de ese cariz.
Pero ésta no fue la única polémica de la semana. La aprobación del calendario aboral de la ciudad para 2025 desató una auténtica tormenta cuando se dijo que para acondicionar las fiestas musulmanas se eliminaba el Día de la Hispanidad. Las redes echaban humo, Vox aprovechó la coyuntura para acusar al PP de islamizar Melilla y el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se vio obligado a intervenir en varios medios nacionales para aclarar que el Día de la Hispanidad no desaparecía sino que caía en domingo y no se pasaría la jornada inhábil al lunes, sino que se empleaba para festejar el Aid-El-Kebir.
Otra de las noticias importantes de la semana fueron las cumbres en las que Melilla participó relacionadas con las tecnologías, en Medellín, y el turismo, en Sevilla. En ambos casos, los representantes del Gobierno, Miguel Marín y Fadela Mohatar, respectivamente, aprovecharon para difundir los atractivos de la ciudad y sus ventajas fiscales para la implantación de industria tecnológica.
Los planes de empleo han vuelto a ser portada después de que los populares hayan anunciado que sus parlamentarios pedirán en Madrid que se lleve a cabo un programa extraordinario, habida cuenta de la pérdida de los 11 millones previstos para este año 2024.
Además, la ciudad ha sido sede de importantes encuentros, el último de ellos una mesa redonda sobre economía, organizada por el Observatorio de Ceuta y Melilla. Fhimades, por su parte, celebró unas jornadas sobre el Sahel mientras el campus universitario de Granada realizaba su propia actividad para presentar un libro sobre el presente y el futuro de Melilla.
Han sido, por otro lado, días de gran agitación desde el punto de vista de los sucesos. La Policía Nacional detuvo a dos supuestos yihadistas en una operación que conllevó el registro de domicilios y un gimnasio, además de arrestar a un menor de 17 años que estaría relacionado con una reyerta ocurrida en las llamadas Tres Mil Viviendas de Sevilla y que se saldó con dos muertos y varios heridos.
Otra importante intervención policial se llevó a cabo este jueves pasado en la Cañada de Hidum, esta vez por cuestiones relacionadas con el narcotráfico. El barrio se vio invadido por agentes de la Policía Nacional, que practicaron algunas detenciones y registros.
Y este fin de semana se ha vuelto a cambiar la hora, algo que no termina de convencer a los melillenses que fueron consultados por El Faro. Varios de ellos aseguraron que sufren ansiedad y desequilibrio vital ante una cuestión que la Unión Europea pretende solucionar para 2027, si bien se debe a la necesidad de ajustar las horas de luz diaria a la jornada laboral y las clases en los colegios.
Durante varios días, Melilla ha sido escenario de varios simulacros con el objetivo de analizar los tiempos de respuesta de los cuerpos que se dedican a la seguridad y el salvamento, entre ellos la Unidad Militar de Emergencia (UME), una de las protagonistas de esas jornadas de trabajo.
Una vez acabados los ejercicios, los especialistas llegaron a la conclusión de que todo había funcionado debidamente, si bien destacaron que el mayor reto al que se enfrentaría la ciudad en caso de algún siniestro importante sería su lejanía de la península.