El director del Ingesa, José Julián Díaz Melguizo, estará hoy en Melilla. Desde mediados de mayo no sabíamos nada del que es el máximo responsable del estado en el que se encuentra la Sanidad Pública en nuestra ciudad.
En esa visita de hace un mes vino a decirnos lo que ya sabíamos y contestó con una promesa a la única pregunta cuya respuesta interesa a los melillenses. El 14 de mayo Melguizo repitió lo que había dicho días antes el presidente Juan José Imbroda, que entonces no ejercía en funciones porque aún faltaban diez días para las elecciones. El director del Ingesa afirmó que no habría más ‘contratos basura’ (aunque no los denominó así) porque, según dijo en una reunión con los sindicatos, “no eran justos”. Curiosamente, en otra visita que hizo dos meses antes había dicho que “el Ingesa no tiene contratos basura y contrata bajo norma”.
Sea una cosa o la contraria, lo cierto es que el presidente Imbroda ya había puesto fin ese debate entre ‘lo justo’ y ‘lo legal’ días antes de que Melguizo iniciara la que ha sido su última visita a Melilla. El 8 de mayo Imbroda dijo que se habían acabado eso de hacer contratos fraccionados a los profesionales sanitarios y una semana después el director del Ingesa no pudo más que repetir lo mismo que había dicho el presidente de la ciudad.
Por otra parte, en relación a la pregunta que los melillenses nos hacemos desde hace cuatro años y que Francisco Robles, director territorial del Ingesa, ha venido respondido una y otra vez con infalible desacierto, en mayo Melguizo volvió a señalar una nueva fecha en el calendario. Dijo que a mediados de junio (justo en el momento que nos encontramos actualmente) se reiniciaría la construcción del Hospital Universitario. Por lo tanto, no podemos esperar de su visita de hoy más que la confirmación de aquella promesa. Será eso de lo que informe a mediodía el director del Ingesa o, si no es así, lo lógico sería que anunciara su dimisión.
En su anterior visita Melguizo también se comprometió a que la construcción del Universitario estaría finalizada en el término de dos años y medio. Sin embargo, mientras se cumple ese plazo o no (de ser cierto que hoy anunciará el reinicio de las obras), no es posible permanecer de brazos cruzados. El Hospital Comarcal sufre un continuo desgaste cuyo ejemplo más evidente es el estado de los ascensores. El CSI-F denuncia hoy en El Faro que estos aparatos sufren constantes averías que provocan que en ocasiones personal médico y usuarios permanezcan atrapados en su interior más de un cuarto de hora hasta los operarios llevan a cabo la reparación y pueden ser rescatados. Ayer Pedro Villarroel, gerente de nuestro único hospital y mano derecha de Francisco Robles (o no), aseguró a este periódico que tiene intención de sustituir cuatro ascensores. De hecho, dijo que el Ingesa ya ha redactado un proyecto para remplazarlos. Pero aún el contrato debe salir a licitación pública, explicó, y son necesarios unos trámites administrativos.
¿Será antes el reinicio de las obras del Universitario o la sustitución de ascensores en el Comarcal? Para saberlo habrá que escuchar hoy a José Julián Díaz Melguizo, que esta vez inicia su visita a Melilla sin que previamente Imbroda haya puesto algunos puntos sobre las ‘íes’, lo que no parece buen augurio.