La Policía Nacional de Melilla halló este 24 de octubre a una mujer de unos 50 años, muerta en un hotel de la ciudad. Fuentes a las que ha tenido acceso El Faro confirman a este periódico que el suceso fue investigado y estuvo bajo secreto de sumario. Sin embargo, sobre a las 8 y media de la tarde de este jueves, fuentes del Cuerpo confirmaron a El Faro que el fallecimiento se debió a causas naturales.
El cadáver de la mujer que residía en Segovia, aunque era muy conocida en Navaleno, un pueblo de Soria, fue encontrado el pasado lunes.
El Faro se ha puesto en contacto con los principales hoteles de la ciudad. Aunque todavía no podemos confirmar dónde murió la mujer, fuentes del Ánfora y del Rusadir han asegurado a este diario que el fallecimiento no se produjo en sus instalaciones. Tampoco en las del Hotel Nacional.
Homicidios en Melilla
En lo que va de año, 2 personas han sido asesinadas en Melilla, según recoge el Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior. Una cifra a la que podría sumarse una más, si se confirma que la mujer encontrada muerta en un hotel de Melilla no falleció de forma natural.
Los homicidios y asesinatos consumados en la ciudad aumentaron en dos durante este 2022 si lo comparamos con los datos de hace un año. En 2021 no hubo que lamentar ningún asesinato ni homicidio.
Uno de los asesinatos más sonados en los últimos meses fue el que llevó a la Policía Nacional a excavar en el garaje de una familia de Reina Regente. El caso se abrió a raíz de una denuncia por homicidio en grado de tentativa en un caso de violencia de género y de ahí, tirando del hilo, los agentes dieron con la pista de una mujer que desapareció en los años 90 y que presuntamente fue asesinada por el mismo maltratador que permanece en prisión. Se trata de un legionario que habría matado a su primera esposa y habría intentando matar a la segunda.
Otro crimen esclarecido por la Policía Nacional es el del cadáver hallado en el patio de una casa deshabitada en General Astilleros. Según explicó en su momento el jefe superior de Policía, José Antonio Togores, el cuerpo estaba en avanzado estado de putrefacción, dado el tiempo transcurrido desde el fallecimiento y las altas temperaturas de aquellas fechas (el pasado verano) y sin ningún tipo de documentación.
Finalmente, la Policía Nacional consiguió demostrar que se trataba de un crimen gracias a las técnicas de regeneración del tejido dactilar, con las que se pudo identificar a la persona fallecida.