La Policía Nacional investiga la muerte de un hombre en el barco de Melilla, según ha informado este jueves, a primera hora, la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.
El fallecido es un hombre de 65 años, que ha sido encontrado sin vida al arribo al puerto local del barco Nápoles de la compañía Balearia, concesionaria del contrato marítimo.
A falta de realizar la autopsia, fuentes policiales apuntan a que se trataría de una muerte natural.
Algo parecido ocurrió en octubre del año pasado, tras ser hallada muerta en un hotel de Melilla una mujer de 50 años, residente en Segovia, que estaba de visita en la ciudad. Los investigadores policiales concluyeron que había sido muerte natural.
La noticia del hallazgo del fallecido en el Nápoles alarmó a la ciudadanía que sabe que éste no es el primer muerto que ha sido hallado en los barcos que cubren la ruta entre Melilla y la península.
En el año 2018, un joven magrebí de 27 años, que se coló como polizón en el buque Sorolla, de Trasmediterránea, que conecta la ciudad con Almería fue hallado muerto dentro de la maleta en la que se había ocultado, que se encontraba dentro del coche de su hermano, de 34 años que, a la hora de desembarcar, avisó de que su hermano presentaba síntomas de asfixia y pidió auxilio pero los profesionales sanitarios no pudieron hacer nada por salvarlo.
El Nápoles fue el primer buque que la naviera Balearia remotorizó a gas natural en el 2019. Este ferry, como su gemelo el 'Sicilia', cuenta con restaurante self-service, cafetería y tienda de a bordo. Con sus 186 metros de eslora, tiene capacidad para 1.600 personas y 481 vehículos y alcanza una velocidad de 23 nudos.
(Noticia en desarrollo)