El Hospital Comarcal y los centros de salud de la ciudad disponen estos días de unos carteles en los que figura un decálogo de consejos para mantener un cebrero saludable, elaborado por la Sociedad Española de Neurología. El doctor Rafael Soler González, jefe de Neurología del hospital, relata los motivos que han llevado a poner en marcha esta campaña. - ¿A qué es debido que se pongan estos carteles para mantener un cerebro saludable? - Bueno, yo creo que estamos viendo estos últimos años, e incluso décadas, que muchas sociedades hacen recomendaciones para tener una buena salud cardíaca, una buena salud renal o una buena salud pulmonar, mientras que desde la Sociedad Española de Neurología consideramos que se deben difundir lo que son las prácticas sanas para tener un cerebro saludable. Evidentemente hay que tener un organismo saludable, pero el cerebro tiene ciertas especificidades que necesitan unos cuidados concretos. - ¿Descuidamos la salud de nuestro cerebro? - Pues probablemente sí. Creo que hoy en día la gente se cuida más, el cerebro, probablemente sea el órgano más olvidado. Y, bueno, todos los órganos son importantes, pero... un profesor mío siempre decía que podemos trasplantar el corazón, el pulmón, el hígado, pero el cerebro no se trasplanta. Es decir, el cerebro va a estar con nosotros toda nuestra vida y no tenemos más remedio que cuidarlo. Evidentemente muchos hábitos que son nocivos como el estrés, el aislamiento, la falta de estímulo intelectual, la falta de estímulo físico, el uso excesivo de las nuevas tecnologías que, muchas veces, en vez de ayudarnos lo que nos hacen es estresar, si cabe, aún más el cerebro. Bueno, pues todas estas cosas lo que hacen es que el cerebro sufra y, evidentemente, vamos a tener más una salud cerebral peor. Y, luego, lo más grave, es que eso puede condicionar que haya patologías neurológicas en el futuro. - ¿Cuáles son los principales consejos de vida saludable en alimentación y hábitos para evitar riesgos neurológicos? - Son muy similares a los cardiovasculares. Es decir, tener una alimentación sana, una dieta mediterránea, evitar los fritos, los precocinados, aquellos alimentos que tienen un exceso de sal y de azúcar y, luego, fundamentalmente, tener un cierto dinamismo físico. Es decir, dependiendo de la edad y del trabajo de cada persona, se necesita hacer algún deporte de forma diaria. Y aquellas personas que no hacen ningún deporte, porque físicamente no pueden, porque tienen una edad un poquito más avanzada y sólo se permite pasear, pues pasear al menos una hora al día que es lo recomendable. La Sociedad Española de Neurología recomienda pasear esa hora en dos tramos: media hora por la mañana, media hora por la tarde y tener cierta actividad física. Eso sería lo mínimo para que nuestro cerebro tenga el estímulo suficiente para su desarrollo adecuado. - Además de los consejos de vida saludable en alimentación y hábitos, llaman la atención otros consejos como el entrenamiento de estimulación de la actividad cerebral con actividades como leer, crucigramas... ¿tan importante es? - Nos estamos enfrentando a otra auténtica plaga que es la de las enfermedades neurodegenerativas. Sí conseguimos que las personas vivan más años; pero, viven más años sin compresión de la morbilidad. Es decir, esto es un concepto que dijo Fries, que era que había que darle más años a la vida; pero, también la vida a las personas que deberían envejecer de forma saludable. Esto se ha acabado consiguiendo de forma relativa; cada vez las personas viven más pero a costa de que tienen más patologías neurológicas degenerativas. Esto es un tema muy complejo, tiene muchas causas, pero lo que está claro es que la actividad intelectual es imprescindible. Aquellas personas que tienen poca actividad intelectual son más proclives a padecer enfermedades neurodegenerativas, sobre todo demencia. Por eso siempre recomendamos que exista un activo intelectual. Aquellas personas que por su trabajo lo tienen o que por su tipo de vida lo tienen, no es necesario hacer nada más. Pero aquellas personas, por ejemplo, personas mayores, jubilados, etcétera, que no tienen actividad intelectual, pues es que hay que hacerlo. - Y las relaciones sociales y afectivas... ¿el aislamiento puede suponer un factor de riesgo para desarrollar deterioro cognitivo? - Claro, en la medida que nosotros no nos estimulamos, nuestro cerebro no recibe estímulos, pues es fácil que se desarrollen los procesos de envejecimiento cerebral y de atrofia en el ser humano. Hace seis mil o siete mil años el ser humano (para nuestro cerebro no ha pasado mucho tiempo), pues vivía en tribus, en grupos y, luego, a medida que empezaron las distintas civilizaciones se vivía en familias, en estructuras familiares… Es decir, nuestro cerebro a lo largo de todo nuestro desarrollo como individuos, del desarrollo de la actividad en ese ciclo, el individuo estaba acompañado y vivía dentro de grupos. Se han mantenido muchas relaciones sociales. Hoy día, cada vez nos encontramos con mucha gente, sobre todo ancianos y a veces no tan ancianos que viven en soledad. La soledad y la ausencia de estímulos afectivos y sociales es un factor de riesgo para el desarrollo de patología psiquiátricas, y también del deterioro cognitivo y demencia. Nuestro cerebro necesita cariño, necesita estímulo, necesita estímulo intelectual, necesidad de una vida sana… Y todos esos consejos son imprescindibles para envejecer de forma saludable. - ¿Cuál es la salud neurológica de los melillenses? - No tenemos un estudio comparativo con el resto del país, pero nosotros, igual que el resto del país y el resto de Europa occidental, estamos contemplando como van aumentando de forma, yo diría que casi vertiginosa, las enfermedades neurodegenerativas, básicamente porque la población cada vez vive más, pero también por lo que hemos comentado previamente, porque la población vive más, pero probablemente descuidando su salud cerebral. Entonces, evidentemente esto es un reto y para la Sociedad Española de Neurología lo es, que el vencimiento cerebral sea saludable y probablemente va a ser el objetivo a conseguir en próximas décadas - Pero, ¿hay diferencia según los tramos de edades? - Sí, normalmente a medida que vamos envejeciendo, la salud cerebral va empeorando. Hay un proceso fisiológico que, a medida que vamos a aumentando de edad, pues van desapareciendo neuronas; pero, ese proceso es muy complejo, tiene muchísimas causas. Nosotros lo podemos frenar siguiendo estas diez pautas que nos ha dado la Sociedad Española de Neurología. Fundamentalmente tener una vida sana, desarrollar algo de deporte, tener relaciones sociales afectivas razonables, evitar el aislamiento y, sobre todo, trabajar con nuestro cerebro. Aquellas personas que tienen estímulo intelectual (crucigramas, leer sobre todo es muy sano), habla de mayores, cursos de mayores... Recientemente leíamos en prensa que hay una neurocientífica (Carmen Estrada) que, cuando se jubiló, hizo una carrera de humanidades, Filología Griega. No significa que todo el mundo tenga que hacer Filología Griega, pero esta neurocientífica, que sabe muy bien cómo funciona el cerebro, sabe que cuando uno se jubila hay que mantener el estímulo intelectual. Porque si no, el cerebro se atrofia rápidamente y el envejecimiento cerebral hace que nuestra vida no solamente vaya a ser más corta, sino que vaya a ser una vida patológica. - Por último, recomendaciones finales. - Aquí se están repartiendo unos trípticos y unos carteles con estos diez puntos que nosotros hemos tocado de forma somera. Y creo que la población haría bien en revisarlos e intentar ponerlos en práctica. Son muy sencillos y simplemente que hay que cambiar de hábitos. Mucha gente estará haciendo de esos diez puntos, cinco o seis, siete… Lo interesante es cumplir los diez, que no es difícil y eso nos permitirá envejecer de forma sana y, como decía Fries, vivir más años pero que esos años tengan la suficiente calidad de vida.