Medio millar de personas se dieron cita anoche en el Auditorio Carvajal para asistir al concierto de La Plazuela.
Pese a iniciar el espectáculo media hora más tarde de lo previsto, la espera mereció la pena y el público se entregó al dúo compuesto por Manuel y Luis.
La de ayer no era una noche cualquiera, ya que España llora a las víctimas de la DANA. De ahí que la recaudación del espectáculo vaya destinada íntegramente a las víctimas de esta tragedia.
Así lo decidió el Gobierno local, debido a la extraordinaria situación que atraviesa España, con especial impacto en nuestras queridas comunidades de Valencia, Castilla La Mancha y Andalucía.
La Consejería de Cultura, organizadora del espectáculo, quiso agradecer a los miembros de La Plazuela su sensibilidad ante la terrible situación que atraviesan los familiares de los fallecidos, desaparecidos y las personas que sufren la tragedia.
Cultura anunció que un grupo de artistas locales, encabezados por Gonzalo Carmona, se ha ofrecido para celebrar una gala benéfica cuya fecha está aún por determinar. Melilla demuestra, una vez más, su empatía con los que sufren.
Origen
La Plazuela es un dúo de fusión entre flamenco, funk, pop y música electrónica compuesto por los granadinos Manuel Hidalgo Sierra, conocido como 'El Indio', y Luis Abril Martín, 'El Nitro'.
Ambos artistas se conocen desde niños, pero empezaron a los dieciséis años a crear versiones de artistas que admiraban, como Manzanita, Los Chichos o Pata Negra.
El dúo inició su carrera musical en 2017 a través de su canal de YouTube. Desde entonces comenzaron a ganar fama hasta que, dos años después, publicaron su primer lanzamiento oficial en Spotify: Yunque, clavos y alcayatas.
Pero no fue hasta el 2024 cuando lanzaron su primer álbum, titulado Roneo Funk Club, que recoge temas con una mezcla de estilos que van desde el flamenco, como base, hasta el funk y la electrónica. Durante su gira han conseguido agotar todas las entradas en varias ocasiones. Han pasado por los escenarios de Barcelona, Málaga, Ibiza, Sevilla o Madrid.
Un mensaje para el público y la Conserjería:
El respeto a las victimas era el mejor donativo.
No tiene precio